La tecnología en el ámbito de las dos rudas ha crecido a pasos agigantados. Hoy en día no es nada raro ver una motocicleta con sistemas de ayuda a la conducción que nos evite más de un susto cuando estamos circulando en carretera. Sin embargo, no todo lo que concierne a la moto ha tenido la misma evolución.
Es el caso de los cascos, que salvo los componentes o los materiales de los que están hecho apenas han ofrecido soluciones tecnológicas más allá de un sistema de audio. Al menos hasta ahora, ya que Forcite ha creado un casco inteligente en el que ha incluido entre otros sistemas un GPS y una cámara Full HD que nos guiará por carretera a través de un sistema de iluminación LED.
Forcite MK1: seguridad y tecnología en un solo casco
La tecnología en el mundo de las dos ruedas ha crecido de manera exponencial en casi todos los ámbitos. Sin embargo, hay uno que siempre parece rezagado al no poder, en un principio, albergar componentes electrónicos como lo haría una motocicleta. Hablamos del casco.
Un elemento que ha servido como protector frente ha caídas pero del que poco se ha podido innovar hasta ahora. No me entendáis mal, el casco ha evolucionado muchísimo desde su creación, mejorando el confort de las primeras calotas o los materiales con los que se ha compuesto.
Sin embargo, tecnológicamente, hablando el mayor logro que se había conseguido instaurar entre la mayoría es el uso de unos altavoces y un micrófono para poder comunicarnos. No obstante, cada cierto tiempo sale una noticia como la de hoy en la que vemos como una empresa está intentando desarrollar cascos inteligentes que supongan una revolución en el mercado y que ayuden aumentar la seguridad del piloto.
El caso que os contamos hoy viene directamente de Australia y su funcionalidad está centrada en aportar más información al conductor cuando está en marcha, permitiéndole una mayor seguridad sin renunciar a elementos de confort. Hablamos de Forcite, una empresa hasta ahora desconocida pero de la que se va a empezar a hablar. Esta compañía, ha conseguido dotar a su casco inteligente de ciertos sistemas que mejoraran los trayectos y los harán más seguros. Para conseguirlo, ha logrado introducir en su casco elementos como una cámara frontal Full HD, un GPS, un giroscopio, un barómetro, un acelerómetro y hasta un altímetro, para conseguir una lectura del terreno 100% precisa y aportar al conductor un informe de su situación.
Informe que podrá controlar a través de una aplicación móvil. Sin embargo las novedades no se quedan solo aquí. También incluirá un sistema de iluminación interior denominado Raydar, con el que avisará al conductor de los peligros o las indicaciones del GPS a través de un LED interior que se iluminará en diferentes colores en función de la advertencia.
Una pequeña aproximación a la realidad aumentada que tanto se demanda en este tipo de cascos y del que ya nos han mostrado intenciones Shoei con su IT-HT. Tampoco le falta un completo sistema de sonido o Bluetooth con el que poder comunicarnos mientras estamos en marcha o con el que poder escuchar música. El casco está construido por completo en fibra de carbono y para su interior utiliza un forro de bambú antibacteriano con un cierre de extracción rápida para emergencias y canal para las gafas. Su peso está alrededor de los 1.500 gramos en función del tamaño (el XL se va hasta los 1.630 gr) y cuenta con los certificados ECE 22.05 y DOT.
El primer prototipo de este casco logró financiarse a través de un sistema de micromecenazgo, logrando captar más de 920.000 dólares australianos. Aunque lo más relevante es que sólo cuesta 1.299 dólares australianos (unos 820 euros al cambio actual). De hecho, tal ha sido su éxito que cuentan con una lista de espera de hasta 14.000 usuarios repartidos por Europa, Australia y Estados. La empresa australiana, que hasta ahora sólo ha podido fabricar y vender 1.380 ejemplares, ya está trabajando en una evolución del MK1 conocida como MK1S en el que mejorarán parte de sus características.
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