Dato mato relato: el coste de no llevar casco en moto te lo cuentan en Nebraska, que abolió su uso: 45% más muertes, y medio millón extra en hospitales

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John Fernández

A veces, la libertad mal entendida cuesta vidas. Eso es lo que está ocurriendo en Nebraska, uno de esos estados de EE. UU. donde el debate sobre el casco no está cerrado.

Allí, desde finales de 2023, los motoristas pueden circular sin protección en la cabeza. Y el primer año completo sin la ley ha dejado datos demoledores: más muertos, más heridos y más gasto sanitario. Con esos datos en la mano, el casco debería ser obligatorio hasta en la otra parte del mundo.

El casco no es obligatorio en todo Estados Unidos

El informe lo firma la Universidad de Nebraska Medical Center (UNMC), y apunta a un aumento del 45% en las muertes de motoristas: de 22 en 2023 a 32 en 2024. Pero la estadística más brutal es otra. En 2023, solo el 21% de los motoristas gravemente heridos iban sin casco. En 2024, tras el cambio legislativo, la cifra saltó al 64%. O lo que es lo mismo: de 29 a 124 personas.

Las cifras del Nebraska Highway Safety Office lo confirman: solo el 69% de los motoristas llevaban casco en 2024. Es una caída drástica, si tenemos en cuenta que llevaban desde 1989 con la obligatoriedad en vigor.

"Queremos que los motoristas entiendan los riesgos reales", explicó la doctora Anna White, residente en cirugía general del UNMC y una de las responsables del estudio. "No se trata solo de libertad personal, sino de consecuencias muy tangibles. Queremos que tomen decisiones informadas".

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Y no solo se trata de salud. También hay una factura: más de 440.000 dólares (unos 410.000 euros) en costes hospitalarios extra solo en el primer año tras eliminar la ley.

En Europa esto suena casi surrealista. Aquí el casco es obligatorio y punto. Pero en muchos estados de EE. UU., la normativa deja la decisión en manos del conductor. Nebraska, que durante décadas obligó a llevar casco, decidió en octubre de 2023 sumarse al grupo que lo permite "por elección". Las consecuencias están a la vista.

Más allá del debate cultural sobre la libertad individual, los datos hablan por sí solos. Y recuerdan por qué el casco no es un complemento: es una barrera entre la vida y la muerte.

Imágenes | SHOEI,

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