Pisar el verde se va a acabar, al menos en el circuito de Jerez. El mítico trazado andaluz ha comenzado las obras para acomodarse a las nuevas exigencias del mundial de MotoGP, y la gran sorpresa ha venido con los pianos: son gigantescos y dentados, buscan acabar con las pisadas fuera de los límites de la pista y, sí, son legales.
Jerez es el primero de una serie de circuito que va a comenzar a instalar estos pianos asimétricos que están específicamente estudiados para evitar que los pilotos pisen el verde. Pero lo elevado de sus resultados ponen en duda si realmente no podrían ser aún más peligrosos que la solución lógica inicial, la puzolana.
Los Misano 200 tienen peralte negativo, y los podríamos ver también en Losail
A Jerez le toca pasar por chapa y pintura. El circuito Ángel Nieto ya ha comenzado las obras para conseguir la homologación Grado A que le permita seguir organizando carreras de MotoGP. Una remodelación que han mostrado a la luz por primera vez la nueva idea FIM para acabar con las polémicas por los límites de pista.
Se trata de unos pianos asimétricos. En su punto más cercano a la pista son prácticamente planos, pero conforme se acercan al exterior van aumentando su resalto hasta convertirse prácticamente en bordillos dentados. Se han instalado en casi todas las curvas de Jerez, todas salvo la 2, la 8 y la 13, y han costado 145.551 euros.
Estos nuevos pianos se denominan Misano 200, en honor al circuito en el que se probaron por primera vez, y tienen un peralte negativo de 50 mm. Es decir, si se pisa en el extremo más cercano a la pista prácticamente no provoca efecto, pero pisado en el exterior obliga a levantar la moto y perder mucho agarre.
Jerez solo es el primero de una serie de circuitos que parecen abocados a optar por estos pianos. El siguiente podría ser Losail, que ya está en la fase final de sus obras de adaptación a la Fórmula 1 y podría poner de largo estos nuevos pianos Misano 200 en el próximo Gran Premio de Catar de MotoGP, que se celebra del 17 al 19 de noviembre.
El objetivo es que los pilotos sean más prudentes y eviten el exterior del piano, haciendo casi imposible que pisen el verde sin perder tiempo. La gran cuestión es si para los pilotos de motos este tipo de pianos que prácticamente se convierten en bordillos suponen una mejora de seguridad respecto a la denostada grava.
Lo comprobaremos en pista. De momento, parece que los nuevos Misano 200 marcan el futuro de los pianos en MotoGP.