Un circuito de MotoGP quiere convertir la afición por las motos en patrimonio de la humanidad. No es broma, se lo han pedido a la UNESCO

Un circuito de MotoGP quiere convertir la afición por las motos en patrimonio de la humanidad. No es broma, se lo han pedido a la UNESCO
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¿Y si ser motero fuese algo más que gasolina, ruido y curvas? ¿Y si la pasión por las carreras fuese considerada, literalmente, un bien cultural digno de ser protegido? En Sajonia lo tienen claro: la afición del Sachsenring merece ser reconocida como patrimonio cultural inmaterial. Y no es ninguna broma. Lo dice MOTORRAD.

La Sachsenring Event GmbH y la Asociación de Turismo de la Región de Chemnitz-Zwickau están preparando una solicitud oficial para que esa mezcla única de tradición, entrega y comunidad que se vive cada año en el GP de Alemania se inscriba en el registro nacional alemán de patrimonio.

Una afición que va mucho más allá de las gradas

El plazo: octubre de 2025 como muy tarde. El objetivo: que la cultura motera del Sachsenring se conserve, se proteja y se reconozca como parte esencial de la identidad de toda una región.

Una afición que va mucho más allá de las gradas. Desde 1927, este circuito ha sido algo más que un trazado. Ha sobrevivido a guerras, muros y cambios de régimen. Y con él, su gente: generaciones de aficionados que no solo van a ver motos, sino que viven las carreras como una forma de estar en el mundo.

Voluntarios, clubes, familias enteras que organizan viajes, acogen visitantes y celebran, año tras año, su cita con el MotoGP como si fuera una gran fiesta popular. Y lo es. En MotoGP allí reúne cada año a más de 250.000 personas. Pero lo importante no es solo cuántos, sino cómo; el ambiente.

Sach 2 2025

Lo que en otros sitios se diluye con el tiempo, aquí se ha convertido en ritual: acampar junto al circuito, compartir cerveza y anécdotas con gente de media Europa, aplaudir cada adelantamiento como si no hubiera un mañana... En el Sachsenring, la afición no es decorado. Es la protagonista. Aunque eso podría ser aplicable a cualquier otra trazado mundialista como Jerez.

Motociclismo como elemento cultural. La propuesta sigue los criterios marcados por la UNESCO para el Patrimonio Cultural Inmaterial. Es decir, no hablamos de edificios ni monumentos, sino de tradiciones vivas: costumbres, celebraciones y formas de convivencia que merecen ser protegidas. Y en eso, el Sachsenring es una joya.

¿Y ahora qué? Ojo a los beneficios. Si la propuesta sale adelante, la afición de Sachsenring podría tener acceso a ayudas públicas, mayor reconocimiento legal y, sobre todo, la garantía de que sus tradiciones seguirán vivas. Y protegerla es, en parte, asegurar que los circuitos sigan siendo lugares donde la pasión se celebra como se merece.

Imágenes | Red Bull Content Pool

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