Hay que admitir que existen inventos que nacen como una solución chapucera entre colegas y acaban revolucionando un sector. El Beeline Moto (que vimos hace tiempo) es uno de ellos. Aquello que empezó como un "¿y si ponemos un smartwatch en el manillar?" hoy es un GPS compacto, bonito y funcional que está conquistando Europa. Y ahora también España.
La cosa es que se ha viralizado tanto en las redes sociales que ha pegado un salto a la fama brutal. Y ya está a la venta en nuestro país con distribución oficial.
Cuesta más de 200 euros
Ni pantalla gigante, ni apps, ni cables: aquí solo hay una esfera redonda con la info justa. Es la gracia de este aparatejo que va anclado al manillar de tu moto; sin necesidad de artefactos enormes ni otras cosas vistosas ni ostentosas.
Olvídate del móvil y del típico GPS que parece más pensado para un coche que para una moto. El Beeline Moto II va directo al grano: un círculo con pantalla en color, botones grandes que puedes usar con guantes, y lo justo para no perderte. Y ya.
¿Lo mejor? Que es autónomo en el sentido de que no necesita enchufarse a nada, porque lleva su propia batería (con hasta 14 horas de duración) y se carga por USB tipo C o con un soporte inalámbrico opcional. Puedes planificar rutas desde la app de Beeline y luego dejar el móvil guardado.
Además, tiene detalles que demuestran que está pensado por gente que monta en moto de verdad: carcasa resistente, visibilidad impecable incluso bajo el sol o la lluvia (gracias a un recubrimiento antirreflejos e hidrofóbico), y una navegación que no se limita al típico "sigue recto 2 km". También te sugiere rutas emocionantes, evitando las autopistas. Curvas y paisajes, no atascos.
Un invento elegante para motos modernas… o de hace 40 años. Uno de los puntos fuertes del Beeline es su diseño. Redondo, discreto, sin florituras. En una naked retro o una scrambler pasa por reloj. En una trail moderna queda como anillo al dedo. Hay tres acabados: negro plástico (más sobrio), y dos versiones metálicas en plata o grafito, más premium.
Y aunque parece extremadamente simple, tiene otras funciones interesantes. Por ejemplo, te avisa si vas pasado de velocidad (si hay datos disponibles), tiene estimación de llegada, luces LED de advertencia, odómetro, velocímetro y conexión Bluetooth con el móvil. Además, guarda tracks y te deja compartir rutas.
Su precio: cuesta 224,99 euros. No es barato, pero sí es mucho más asequible y funcional que muchas alternativas. Y, sobre todo, es bonito, compacto y práctico. Todo lo que un GPS para moto debería ser en 2025. Si tu moto no tiene pantalla o no quieres arriesgar el móvil en cada bache (te lo dice alguien que la semana pasada perdió su móvil por este motivo en moto), esta puede ser la solución más elegante, funcional y motera del mercado.
Imágenes | Beline
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