Harley Davidson Sportster XL 883 R, prueba (conducción en ciudad y carretera)

Harley Davidson Sportster XL 883 R, prueba (conducción en ciudad y carretera)
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Dos veces tuve que sentarme sobre la Harley Davidson Sportster XL 883 R que amablemente Harley Davidson Asturias nos cedió para la prueba porque mi cerebro decía que algo no casaba al situarme sobre ella. La postura creo que no se le parece a nada a lo que haya probado antes, debido sobre todo a la particular posición de las estriberas y su altura respecto del asiento así como la posición del manillar. No sé exactamente cómo voy a explicároslo, pero lo intentaré lo mejor que pueda.

Imaginaros que os sentáis en una cafetería que tiene unas sillas muy bajas y aunque vuestra rodilla forme un ángulo de 90 grados casi perfectos, la sensación que tenéis es que están más elevadas que vuestro culo (son las 10 y los niños están en el colegio asi que puedo decir culo). Una vez colocado intentáis coger el vaso, situado en una mesa también bajita y relativamente alejada. ¿Os habéis hecho a la idea? Bueno, pues así me sentía yo con mi altura. Alguien más mediterráneo no estará tan forzado.

Y no, no vayáis a pensar que la posición es incómoda como en la cafetería, al contrario. Simplemente se hace rara pero por otro lado permite llevar la Harley Davidson Sportster XL 883 R más como una moto que como una custom. La rueda delantera se siente más cercana y hay más peso sobre ella además de que el cuerpo nos ayuda más a moverla de un lado a otro. Pero esperad que me adelanto. Ahora sólo estamos a sus mandos y ni tan siquiera hemos arrancado el bicilíndrico.

Harley Davidson Sportster XL 883 R: suave, suave, muy suave

Harley Davidson Sportster XL 883 R

Arrancamos la Harley Davidson Sportster XL 883 R en la que esta vez no nos encontramos sistemas sofisticados sino simplemente un clausor en la zona derecha de la pipa de la dirección con la única particularidad de que entre la posición de ON y la de OFF está situada la de estacionamiento con las luces de posición encendidas por lo que debemos tener cuidado de no dejarla así cuando la paremos.

Como decíamos, arrancamos la Sportster y sentimos las primeras vibraciones palpitaciones del bicilíndrico Evolution pero más atenuadas que en otros motores de mayor cubicaje. Su menor cilindrada y los silentblocks de anclaje al chasis hacen que se filtren algo mas. Aun así olvídate de dejar los guantes sobre el asiento mientras te pones el caso. Mas vale que los pongas directamente en el suelo pues será donde acaben con toda seguridad.

Nos colocamos en su peculiar posición, metemos primera con su característico sonido y arrancamos. Me encantas las Harley Davidson saliendo desde parado y a baja velocidad. Hay tantísimo par que se mueve solas, sin traqueteos, sin golpes de transmisión. Para esto son facilísimas y es difícil que se te cale a no ser que seas un poco manazas con el embrague.

Harley Davidson Sportster XL 883 R

En el primer centenar de metros por ciudad ya notamos algo: no vibra. Bueno sí, pero no como el resto. La Harley Davidson Sportster XL 883 R es como un tetracilíndrico al lado de un bicilíndrico, se nota la diferencia a simple vista. Todo va mucho más suavecito y el motor insinúa que tiene más chispa que los demás. Incluso permite algo impensable con el resto y es dar un pequeño acelerón en vacío al reducir. Con motores más grandes, las inercias son mayores y acabas soltando el embrague antes de que el motor caiga de vueltas con el consiguiente tirón.

Como decíamos, notamos más control sobre la rueda delantera y más agilidad al moverla de un lado a otro, algo que se agradece en tráfico urbano. También podemos circular en quinta a 50 km/h sin problemas. No hay más marchas así que no intentéis buscar la sexta impulsivamente. No, a mi tampoco me la pusieron aunque me empeñaba al principio en buscarla.

Harley Davidson Sportster XL 883 R

La sexta no está pero sí el punto muerto, muy fácil de encontrar como en el resto de cajas de cambio de la marca. Las marchas entran de forma directamente proporcional a lo decidido que seas tu para cambiar. Si dudas, ella dudará contigo. ¿O a caso pensabas que iba a pensar por ti? Ya lo hacen los intermitentes y su desconexión automática, que siempre alabo.

Los frenos en este caso son correctos y suficientes. Además no hace falta apoyarse en el trasero si no nos apetece. Y si nos apetece, pues tal y como nos tienen acostumbrados: con mordiente y tacto, para saber lo que ocurre exactamente detrás. Pero dejémonos de ciudad que llevo una R, y hay que hacer curvas. Si me divertí hace unos meses con la DYNA... aisss, ya lo estoy deseando.

Harley Davidson Sportster XL 883 R, emulando al Joe Bar

Harley Davidson Sportster XL 883 R

Y es que si uno de los pirados de Joe Bar, concretamente Jérémie Lapurée lleva una Harley Davidson Sportster XL 883 R, ¿por qué creéis que es? Os juro que estuve a punto de enfundarme el casco de supermotard blanco que tengo y sacarme una foto imitándole, pero hacía demasiado frío (la prueba la hicimos recién pasadas las navidades) y como que sinceramente no estaba por la labor. Además ya tenía mi Schuberth SR1 de vuelta y decorado por lo que tocaba estrenarlo.

Aumentamos poco a poco el ritmo y notamos que efectivamente la Harley Davidson Sportster XL 883 R es muy divertida entre curvas. De hecho es la Harley más divertida de todas las que he llevado si exceptuamos la XR1200 con la que corrí en las BBQ series.

No hay demasiada potencia y es una moto a la que le gusta que la dejes correr, parándola lo justo a la entrada de la curva para luego apoyarla suavemente en la trazada y empezar a traccionar con ella muy pronto. Requiere el tipo de conducción típico de Harley pero con muchas más licencias empezando por la altura libre al suelo que te permite tumbar con relativa tranquilidad aunque, más tarde que temprano acabarás tocando con las estriberas.

Harley Davidson Sportster XL 883 R

Se puede frenar con garantías que tanto el doble freno de disco delantero como la horquilla hacen lo que te esperas de ellos. No así la amortiguación trasera, un poco blanda para mi gusto en el tarado de origen y que tiende a hacer a la zaga un poco juguetona.

Bonito sonido el que emana del doble escape lateral, nada estridente pero si con cierto toque deportivo. Sobre todo porque con esta moto tiendes a hacer aperturas de gas a la salida de la curva de aproximadamente 3/4 de acelerador con facilidad y el sonido incrementa de modo repentino.

Es, como véis la Harley Davidson Sportster XL 883 R un modelo perfectamente orientado a las carreteras del norte de España y que permite ciertas licencias de diversión y deportividad, junto con algún que otro pique sano (con nuestra sombra, por supuesto y sentados ya en el bar). Pero si este modelo tiene una orientación a las carreteras de curvas, ¿qué tal se comportará en autopista?

Continuará...

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