¡Brutal! Este quad es una salvajada indomable con 140 CV y alerones activos

¡Brutal! Este quad es una salvajada indomable con 140 CV y alerones activos
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Hemos visto cosas monstruosas en otras ocasiones, pero este quad es harina de otro costal. Equipado con un motor de Superbike y con una creación artesanal, lo que en un principio fue un Suzuki LTR 500 ahora es una brutalidad artesanal que pone los pelos de punta.

Salvaje es poco para definir a esta creación, pero no menos extremo es el pilotaje que hay que llevar a cabo para tratar de que las ruedas traseras no pierdan agarre y las delanteras no se despeguen del suelo. Pero lo mejor es que lo veas por ti mismo.

Un quad casi artesanal con motor de GSX-R1000

El Suzuki LTR 500 fue una de aquellas máquinas extremas nacidas bajo el manto de los años 80, una época dorada para las ideas más locas en el mundo del motor y, sobre todo, la era dorada de los motores de dos tiempos antes de casi caer en la clandestinidad.

De manera paralela al exitoso Banshee de Yamaha, en Hamamatsu decidieron meterse en el mundo de los quads de altas prestaciones tomando como base al Suzuki LTR 250, un quad deportivo con motor de dos tiempos de 250 cc que para la firma japonesa no era lo suficientemente salvaje.

Suzuki Ltr 500
Suzuki LTR 500 de serie.

Dicho y hecho, cogieron aquel modelo, le alargaron el chasis, se reforzó todo el bastidor, se retocaron suspensiones y, de paso, se trasplantó un motor monocilíndrico de 500 cc. Un monstruo con una potencia que podía rondar los 70 CV y equipado con válvula de escape.

Sus cifras y sus prestaciones le convirtieron en un modelo extremadamente popular sobre todo en países donde se podían aprovechar estas mecánicas, y así llegamos hasta el día de hoy cuando Ian Ffitch, un piloto de Nueva Zelanda, sigue confiando es este quad para dejar con la boca abierta en cada aparición, pero llevando al LTR aún más lejos.

Quad Suzuki Ltr 500

A este kiwi la mecánica de dos tiempos no le pareció suficiente, así que allá por 2002 decidió embarcarse en un proyecto mucho más ambicioso. Cogió su quad, le sacó el motor y a cambio le implantó uno de Suzuki, pero de GSX-R1000. Obviamente todo el bastidor tuvo que modificarse, haciendo uno a medida para acomodar el nuevo motor y soportar sus prestaciones. Sólo queda un 20% del chasis original.

Pasó lo mismo con el resto de componentes, de los que apenas se conservan piezas del LTR 500 de serie. Lógico... Al final se ha convertido en una especie de Frankenstein mecánico que produce unos 140 CV de potencia a las ruedas traseras para alcanzar una velocidad punta superior a los 230 km/h.

Para mantener a semejante aparato bajo control, Ffitch ha tenido que recurrir a la instalación de un nada discreto paquete aerodinámico con grandes alerones delante y detrás. Para colmo, el alerón frontal es móvil y se pliega para realizar la función de freno aerodinámico cuando activa los frenos.

Hay que estar bastante loco para crear un quad de esta magnitud, pero mucho más para ponerse a sus mandos y meterse en carreras de montaña. Cuánto valor...

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