John Fernández
CFMoto ha decidido apretar un poco más las tuercas de la 800MT y llevarla a un terreno donde hasta ahora solo se movían trail bastante más caras. Así les ha salido una nueva versión.
La nueva 800MT-ES no es una evolución menor ni una edición decorativa: es un cambio de planteamiento. Aquí el foco está claramente puesto en la tecnología y, sobre todo, en el confort en carretera.
CFMoto eleva la 800MT al terreno de las trail ruteras con suspensiones electrónicas
Las siglas ES no son un adorno comercial. Esta versión introduce suspensiones electrónicas, un salto cualitativo importante dentro de la gama y también dentro del segmento. CFMoto abandona el planteamiento clásico de regulación manual y apuesta por un sistema capaz de adaptarse solo, sin que el piloto tenga que ir tocando ajustes cada vez que cambia el ritmo, el firme o la carga.
El sistema de suspensión corre a cargo de KYB y funciona de manera activa. La moto interpreta lo que está pasando bajo las ruedas y modifica el comportamiento de los amortiguadores al instante. No es solo una cuestión de suavidad: también entra en juego la estabilidad cuando el asfalto se rompe, cuando se viaja cargado o cuando se alternan tramos rápidos con zonas más bacheadas. Todo ocurre sin que el piloto tenga que intervenir.
Buena parte de la culpa de que esto funcione está en la electrónica. La 800MT-ES utiliza una plataforma inercial (IMU) de seis ejes que no solo gobierna las suspensiones, sino también el control de tracción, el ABS en curva y los modos de conducción. Es el tipo de electrónica que hasta hace poco se asociaba a motos mucho más grandes y mucho más caras, y que aquí llega como argumento central del modelo.
En el apartado mecánico no hay giros inesperados. Se mantiene el bicilíndrico en paralelo de 799 cc desarrollado a partir de la base LC8c de KTM. Un motor ya conocido por empuje, elasticidad y buen equilibrio entre prestaciones y suavidad. Con algo más de 90 CV y un par generoso, cumple de sobra para viajar rápido, adelantar con margen y mover con soltura un conjunto que no es precisamente ligero.
Y es que la 800MT-ES no oculta su enfoque. Los recorridos de suspensión y la propia geometría dejan claro que esta no es la versión pensada para perderse por pistas complicadas. Puede hacerlo de forma puntual, pero su terreno natural es el asfalto. Carreteras largas, viajes de muchos kilómetros y una conducción donde prima la estabilidad y el confort por encima de la agilidad pura.
La frenada va en la misma línea. Doble disco delantero, pinzas radiales y asistencia electrónica para mantener el control incluso con la moto inclinada. No busca sensaciones deportivas extremas, pero sí transmitir seguridad y consistencia cuando el ritmo sube o cuando se circula cargado.
En el puesto de mando destaca una gran pantalla TFT desde la que se controla todo el sistema. Modos, ajustes, conectividad y navegación visual se concentran en un único panel que refuerza esa sensación de moto tecnológica y moderna. La iluminación Full LED y los acabados específicos de esta versión terminan de diferenciarla claramente del resto de la familia 800MT.
El peso es el peaje a pagar. Con más de 230 kilos en orden de marcha, la 800MT-ES no juega a ser una trail ligera. Es una moto grande, sólida y pensada para viajar con equipaje y pasajero. En ese contexto, la cifra tiene sentido, aunque la aleja de quienes buscan algo más manejable en parado o fuera del asfalto.
CFMoto aún no ha puesto cifras oficiales sobre la mesa, pero el posicionamiento parece bastante claro. Por equipamiento y planteamiento, esta versión se colocará por encima del resto de la gama 800MT. Si el precio acompaña, la 800MT-ES puede convertirse en una de esas motos que obligan a mirar dos veces a marcas tradicionalmente consideradas premium.
Y eso, en este segmento, no es poca cosa.
Imágenes | CFMoto
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