Los intercomunicadores en moto siguen en un limbo legal meses después de la promesa de la DGT

Los intercomunicadores en moto siguen en un limbo legal meses después de la promesa de la DGT
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En el último trimestre del año pasado, la Dirección General de Tráfico aseguró que antes de la llegada del verano de 2020 legalizaría el uso de los intercomunicadores en moto, un dispositivo que puedes encontrar en tiendas especializadas sin ningún tipo de problema pero que lleva años generando controversia.

Con una normativa poco clara, había esperanzas de que todo quedara solucionado este año con una modificación del texto que regula el uso de los distintos dispositivos y diferenciándolos de otros como los auriculares, indiscutiblemente ilegales.

Habrá que seguir esperando a que legalicen los intercom

Casco Forcite 1

Parece lógico que si la DGT tiene claro que los intercomunicadores no suponen un riesgo para la seguridad vial, los agentes de la Guardia Civil ya deberían dejar de proponer para sanción a los moteros que lo lleven instalado.

Pero la realidad es que llevamos años en los que de vez en cuando aparece algún testimonio o incluso vídeo subido a la red, en el que queda demostrado que hay agentes que siguen sancionando a los que lo llevan instalado.

El propio Javier Villaba, jefe de la unidad normativa de la DGT, reconocía que tal y como está redactada la ley, los intercom "están en una zona más cercana a la ilegalidad que a la legalidad” a la vez que aseguraba que "está previsto legalizarlos en unos meses porque no hay nadie que esté en contra".

Pasajero Moto 9

Esto nos lleva hasta el Real Decreto 1428/2003 por el que se aprueba el Reglamento General de Circulación y el que habría que modificar para hacer legales los intercomunicadores. En éste, se prohíbe utilizar cascos, auriculares o instrumentos similares durante la conducción.

Y a partir de aquí es donde nace ese vacío legal. Lo primero porque para muchos los intercom son más bien altavoces, no auriculares que te aíslen del ruido exterior, por no hablar de que es un dispositivo permitido durante las prácticas y el examen de conducir de moto.

Además, el texto regulador habla de su utilización, por lo que tenerlo instalado como tal no está tipificado como una infracción. Y el agente de la autoridad difícilmente podrá saber si un motorista está haciendo uso del dispositivo en ese momento o no.

Como sea, así llevamos desde 2014, pendientes de que llegue o no ese proyecto de legalización total de los intercomunicadores del que la DGT lleva hablando años. ¿Las excusas? Los cambios de gobierno y ahora la crisis sanitaria. ¿Qué será lo próximo?

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