Ni la CBR ni una trail. Una Honda es la moto que más se vende en el mundo, y lo sigue petando desde hace casi 100 años

Honda Portada
1 comentario Facebook Twitter Flipboard E-mail
john-fernandez

John Fernández

Cuando todo estaba por rehacerse en el Japón de posguerra, Soichiro Honda puso en marcha su propia revolución a golpe de engranaje. En 1946 fundó el Honda Technical Research Institute y empezó a montar pequeños motores auxiliares sobre cuadros de bici. Tres años después, el primer gran hito tomaba forma: la Honda Dream D-Type. No era solo una moto. Era una declaración de intenciones. Pero la siguiente moto estaría a punto de reventar la historia de las dos ruedas.

Aquel D-Type de 98 cc y cuatro tiempos fue la primera motocicleta real de Honda. Y sí, llevaba el nombre Dream porque representaba el sueño de su creador: fabricar vehículos fiables, eficientes y accesibles para todos. El diseño era sencillo pero sólido, y permitía por fin dejar atrás las máquinas improvisadas de la guerra. En 1955, Honda ya era el mayor fabricante de motos del mundo. Pero lo mejor aún estaba por llegar.

Porque en 1958 nació un icono. Nació el Honda Super Cub

No era una moto cualquiera. Era LA MOTO. La que cambió las reglas del juego. La que permitió a millones de personas moverse por primera vez sin esfuerzo, sin miedo, sin complicaciones. Y lo hizo con una receta que parecía imposible: motor de 50 cc, cambio semi-automático sin maneta de embrague, estética amigable y una mecánica pensada para durar eternamente.

La Super Cub no se inventó para gustar a los motoristas: se inventó para llegar a quienes nunca habían pensado en subirse a una moto. Como ahora, la moto no era tanto pasión, sino necesidad.

El germen nació durante un viaje de Soichiro Honda y Takeo Fujisawa a Europa en 1956. Vieron mopeds, scooters, bicicletas motorizadas... y volvieron convencidos de que Japón necesitaba algo distinto. Algo tan fácil de usar que cualquiera podía llevarlo. Algo resistente a las carreteras sin asfaltar del país. Y sobre todo, algo que cualquier ciudadano pudiera permitirse. Lo demás fue trabajo, terquedad e ingenio. Casi que son los tres pilares de Honda.

Super 3

Lo llamaron Super Cub, porque Super sonaba moderno, y Cub ya era el nombre del motor auxiliar que fabricaban. El diseño rompió moldes. Motor monocilíndrico de 50 cc, cuatro tiempos, horizontal y con una cifra mágica: 4,5 CV. Mucho para su tamaño. El chasis tipo 'step-through' (paso bajo), permitía subirse sin levantar la pierna, como en una bici. Y el cambio automático centrífugo eliminaba la maneta de embrague: solo girar y avanzar. Todo el mundo podía usarla. Incluso repartidores de soba con una mano ocupada, como solía decir el propio Soichiro.

El equipo trabajó en un ambiente que hoy sería imposible: reuniones “waigaya” (ruidosas y horizontales), ideas compartidas sin importar jerarquías, pruebas con modelos de arcilla a escala real, piezas moldeadas a mano y hasta neumáticos improvisados cortando gomas de otras medidas porque no existían los que necesitaban. El propio Soichiro recorría cada día los departamentos, preguntando, criticando, ayudando. Cuando vio el primer prototipo terminado, se subió a él y sonrió. Sabía lo que tenía entre manos.

Super 2

La Super Cub debutó en 1958. Honda esperaba vender 30.000 unidades. Al mes. Muchos pensaron que Fujisawa estaba loco. Hoy sabemos que no. Se han fabricado más de 100 millones de Super Cub en 16 fábricas de 15 países. Es la moto más vendida de la historia. Ningún coche, ni siquiera el Toyota Corolla (con la mitad de unidades), ha logrado algo similar. Y lo mejor: nunca ha dejado de producirse.

Porque todo tiene un final. Y en Japón, el adiós ya está escrito en su versión primigínea de 50 cc; solo quedará la de 125. El gobierno va a redefinir legalmente lo que es un ciclomotor, y eso implica la desaparición de las motos de 50 cc como las conocíamos. El Honda Super Cub 50, la versión original, no podrá adaptarse. Fin de juego. Su lugar lo ocuparán versiones de 110 y 125 cc, con menos potencia y más restricciones. Pero no será lo mismo.

Super 4

En Europa, donde la conocimos en forma de 125 cc, el impacto llegó más tarde. Pero el mito ya estaba forjado. La Super Cub es historia viva de la moto.

No solo porque ha movido al mundo, sino porque lo ha hecho con estilo, con ingenio y con una filosofía clara: crear cosas que puedan sostenerse con una mano. Cosas que cualquiera pueda usar. Cosas que hacen la vida más fácil.

Imágenes | Honda Global

Inicio