Europeos, japoneses, americanos, chinos... Y a la ecuación ahora se unen los turcos. Saluden a Balistron, una nueva marca emergente en la industria de las dos ruedas que ha llegado por todo lo alto: rompiendo esquemas como ninguna otra lo había hecho hasta ahora.
La Balistron Sport TS16.12 es su primera moto, y llega con cierta polémica. O más bien curiosidad. Es una moto deportiva con semimanillares altos y un particular sistema: unos escapes fake que emiten sonido, para imitar a una deportiva de gasolina.
Unos escapes falsos que imitan a un motor tetracilíndrico de moto
Los escapes falsos en las motos no son ninguna novedad. De hecho KYMCO ya lo ha patentado para sus próximas motos eléctricas del futuro con el fin de llamar la atención de un público exquisito: el de las motos de gasolina que reniega de pasarse a lo eléctrico. Aunque quizá esta no sea la mejor manera.
El caso es que la Balistron Sport TS16.12 es una moto turca recién nacida. Y físicamente es innegable que tiene cierto atractivo, al menos a primera vista. Aunque la rueda es pírrica para la RR de gran cilindrada a la que pretende imitar, tiene unos bonitos ojos en formato LED, unos semimanillares altos y hasta unos alerones en el carenado.
Pero lo más curioso es que tiene un par de escapes traseros conectados a... Nada. Literalmente. No hay colectores, ni nada. Unos cables, si acaso. Pretende imitar el ruido de motor de gasolina de cuatro cilindros. ¡Son altavoces!
El propulsor de esta moto viene en el buje de la rueda trasera. Un eléctrico de 16 kW (22 CV) y un par motor de 225 Nm. Su potencia nominal es de solo 8 kW (11 CV), y no se pone a más de 130 kilómetros por hora.
Al menos su autonomía es mayor a su velocidad máxima: 230 kilómetros gracias a un paquete de baterías de 11,5 kWh. Pero tiene truco, porque este dato solo se consigue yendo a una velocidad media de 60 km/h. Es decir, no saliendo de ciudad prácticamente. Al menos la puedes cargar en unas cuatro horas.
181 kilos de moto con acabados como pantalla TFT con Bluetooth, monitor de presión de los neumáticos, control de crucero y asiento y puños calefactados. Por el momento, la moto eléctrica deportiva todavía no tiene precio definido en Europa.
Europa es su mercado fetiche. Aunque la marca sea turca, la moto será ensamblada en territorio europeo, según la propia marca. Y con sus escapes 'fakes' pretende atraer a un pastel del público que le llamen las motos eléctricas y de gasolina, y que tenga el carnet A1.