El mundo de la moto eléctrica no parece haber recalado todavía en el corazón de los más acérrimos al mundo de las carreras y más conservadores en esto de las motos; comparar MotoE con MotoGP puede darnos un indicio de esto.
Pero hay una moto que puede hacer tilín a muchos: la Ultraviolette F99. Probablemente sea la moto eléctrica más bestia que se haya creado, y está a punto de llegar a las carreteras porque la marca acaba de presentar el prototipo de preproducción, que viene con dos récords mundiales bajo el brazo.
Se pone casi a 300 km/h
Puede ser uno de los pocos fabricantes que brinde a los más frikis de las motos ciertas emociones. La F99 es la moto con la que pretenden hacer historia; una máquina completamente carenada que se centra en el rendimiento.
Parece evidente que en cuanto a diseño es probablemente una de las más perfectas, radicales y angulares motos que se han creado. Detalles como el colín alto, apéndices aerodinámicos por toda la moto, un carenado que deja el frontal al descubierto, con un faro LED en forma de 'V' y miles de detalles que nos llaman poderosamente la atención.
La Ultraviolette F99 está por encima de la actual F77, que se vende en la India, y pronto en el resto del mundo. La F99, en cambio, no estará homologada para carretera (de momento), y parte de su tecnología viene de su hermana pequeña.
Tienen 90 días para batir dos récord antes de llegar a producción: la velocidad máxima más alta y el tiempo más rápido en el cuarto de milla para una motocicleta eléctrica. La moto, desarrollada en la sede de la marca en Bengaluru cuenta con más del doble de potencia que cualquier otra moto de producción.
Para hacernos la idea, el año pasado, Ultraviolette lanzó un corto avance de la motocicleta antes de presentarla en el EICMA de Milán y, con su motor de 90 kW (que equivlae a unos 120 CV), la F99 puede acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 3 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 265 km/h. Todo esto sería difícil si no pesara 178 kilos (poco para una eléctrica).
Parece que ahora van a por más de esos 265 km/h. El truco está en el sistema bautizado como Air Shield; un escudo de aire en castellano. Ultraviolette ha puesto a la moto un compresor eléctrico escondido bajo el carenado frontal que aspira el aire que recibe y lo canaliza por toda la moto. El resultado afecta directamente al piloto, que crea una especie de bolsa de aire sobre la cabeza del piloto para evitar las ráfagas de viento.
Y para completarlo, aerodinámica a cascoporro a lo MotoGP. Tienen hasta un "estegosaurio", como aquel invento que llegó a las motos del mundial para quedarse; dos apéndices con forma de dinosaurio en el colín.