Han pasado literalmente diez años, pero 2015 sigue siendo una grieta abierta en MotoGP. Y no solo entre aficionados. También dentro del paddock. Por eso no es una declaración cualquiera que Davide Tardozzi, team manager de Ducati y actual jefe directo de Marc Márquez, haya decidido mojarse como nunca en el documental Volver, emitido por DAZN.
No para reabrir la herida, sino precisamente para intentar cerrarla de una vez.
Davide Tardozzi estalla tras los abucheos a Márquez en Mugello y señala a la afición
El detonante inmediato fue lo ocurrido esta misma temporada en Mugello. Marc Márquez, ya plenamente integrado en la estructura oficial de Ducati, firmó un fin de semana impecable: victoria en el Sprint y triunfo rotundo el domingo, incluso por delante de Pecco Bagnaia en territorio sagrado para la marca italiana. Deportivamente, una fiesta perfecta. Ambientalmente, todo lo contrario.
En el podio, los abucheos se impusieron a los aplausos. Parte de la grada, teñida de rojo Ducati, prefirió ajustar cuentas con el pasado antes que celebrar el presente. Y ahí estalló Tardozzi. Las imágenes dieron la vuelta al mundo: gestos airados, reproches directos a la tribuna y un mensaje claro que se podía leer en los labios. "È rosso, è rosso". No era Márquez contra Rossi. Era Ducati defendiendo a uno de los suyos.
Ahora, con algo más de distancia, Tardozzi explica por qué aquello le tocó tan de cerca. "Fue un momento muy difícil para mí, porque cuando vi la tribuna de Mugello, donde más del 50% llevaba puesta una camiseta roja, y un piloto del calibre de Marc que lleva una Ducati en Mugello y gana, no puede ser abucheado". Para el italiano, hay una línea que no debería cruzarse nunca: la falta de respeto a quien gana en pista.
Su enfado no fue estratégico ni calculado. Fue visceral: "Esa situación me molestó mucho. Primero, porque hay que tener respeto por quien gana. Segundo, porque estamos en Mugello, llevas la camiseta roja y no puedes abuchear a Marc. Fue un gesto que me salió de manera instintiva". Más claro, imposible.
Pero el mensaje de fondo va mucho más allá de Mugello 2025. Tardozzi apunta directamente a la obsesión permanente con lo ocurrido en 2015. A esa necesidad constante de señalar culpables una década después. Y ahí es donde lanza su reflexión más incómoda. "Estoy realmente cansado de este recuerdo del 2015. ¡Basta! No eres un verdadero aficionado al motociclismo si todavía sigues anclado en eso".
Y cuando entra al fondo del asunto, no esquiva nada. No protege a Márquez por ser su piloto ni ajusta cuentas con Rossi por afinidad histórica. Reparte responsabilidades sin matices: "La verdad hay que repartirla al 50%. Marc se equivocó y Valentino Rossi también". Punto final.
Imágenes | Captura, MotoGP
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