Primero fue la pandemia. Después, la crisis de los microchips. Luego, el bloqueo del canal de Suez. Y ahora, otro golpe más: China anuncia restricciones a la exportación de minerales raros, y eso podría convertirse en un serio problema para los fabricantes de motos, especialmente los centrados en modelos eléctricos.
Según ha informado Reuters, el Gobierno chino (que produce cerca del 90% del suministro mundial de estos materiales) ha empezado a limitar el acceso a elementos clave como los utilizados en imanes de alta potencia. Y eso puede ser un potencial problema. Los chinos tienen poder. Y lo están usando muy a su favor.
Minerales raros que solo hay en China
Estos componentes no solo se emplean en coches eléctricos: también están presentes en motores, alternadores y sistemas electrónicos de un buen número de motos, desde scooters urbanos hasta modelos premium de altas prestaciones. Así que sí, es relativamente imporante.
La Asociación Europea de Proveedores de Automoción ya ha lanzado la alerta: podrían producirse parones operativos si la situación se prolonga. Y eso recuerda a cierta crisis (la de los chips) que vivimos hace no tantos años; seguro que muchos todavía se acuerdan. Pues algo similar podría pasar con esto.
Aunque marcas como BMW aseguran que sus fábricas siguen funcionando con normalidad, reconocen que la presión sobre la cadena de suministro es real y creciente, según recoge Visordown.
Para el sector de la moto eléctrica, aún en fase de expansión y con una competencia feroz por los recursos, esta medida puede suponer un duro golpe. Cualquier modelo de cualquier marca, ya sea grande o pequeña, dependen de estos materiales para seguir fabricando.
Evidentemente, si la situación se complica, no solo podríamos ver retrasos y encarecimientos: también podría frenarse la adopción de la movilidad eléctrica sobre dos ruedas justo cuando empezaba a despegar.
El conflicto comercial entre China y Estados Unidos, reavivado por los nuevos aranceles impulsados por la administración Trump, vuelve a colocar a la industria de la automoción en medio de una tormenta geopolítica. Y, como siempre, el sector de la moto no se libra.
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