Duele decir que la Yamaha R1 no verá nuevas versiones de calle. Los japoneses decidieron sacrificar a su deportiva de referencia. La culpa la tiene la Euro 5+, ya que Yamaha no cree que valga la pena ponerla al día para el mercado europeo.
Sí, seguirá en otros lugares del mundo como América o Asia, pero no aquí. ¿El motivo? Bien claro: "Andar en carretera recostado sobre unos semimanillares ya no es algo que la mayoría de motoristas buscan". Y en cierto modo, Yamaha tiene razón, y los números refrendan.
El cambio de paradigma en la industria de la moto: adiós superbikes, hola nakeds y trails
Los de Iwata ya han confirmado que dejarán de vender la Yamaha R1 en territorio europeo. Fantasmas del pasado; lo que ocurrió hace años con la Euro 4 y la Euro 5 y otros va a pasar otra vez pero con la R1. La superdeportiva de Iwata se irá oficialmente a finales de este año. Un réquiem por ella porque es una de las motos más icónicas y bien hechas del panorama.
No cuesta entender las razones ante un mercado cada vez más prohibitivo y ahogado por las normativas anticontaminación, para bien o para mal. Pero también tiene que ver con un cambio de paradigma en la industria de la moto, y de la que cada vez somos más conscientes.
El cambio de paradigma lo dicta el director de Yamaha Francia, que con su frase, lo resume todo: "Creo que realmente los tiempos han cambiado: andar en carretera, recostado sobre unos semimanillares ya no es algo que la mayoría de la gente busca". Y tiene razón, o al menos eso es lo que dicen las cifras de ventas.
Las cilindradas altas siguen estando a la orden del día, pero no las deportivas. No tenemos ni que salir de España para comprobarlo. Entre las 50 motos más vendidas en toda España en 2023, adivina cuántas motos deportivas encontramos: una, la Yamaha YZF-R7, con 632 unidades vendidas.
No hay más ciego que el que no quiere ver si no se da cuenta que, con los números delante, las motos trail y naked son las más recurrentes. Las Master of Torque y las Tracer o Ténéré siguen siendo un filón, pero no las deportivas. Un canto al cisne por ellas, que están heridas de muerte.
Llámalas supersport, o motos razonables. Estas han revivido como el Ave Fénix. Tiene que ver su precio, mucho más económico (la R1 cuesta 23.099 euros, aunque el mercado de segunda mano siempre te recibirá con los brazos abiertos), las duras regulaciones de tráfico y para qué engañarnos, el conformismo de que con todo lo que supere cierto número de caballos de potencia es suficiente.
Tampoco somos adivinos. Los números están ahí, hasta las marcas lo confirman: "Estamos cambiando de tiempo, basta con mirar lo que se conduce. ¿Se encuentra hoy en día con mucha gente llevando superdeportivos? No". Buena referencia si le damos la vuelta hacia el mundo de la moto.
La Yamaha R1 sobrevivirá en circuito
Al menos aquellos circuiteros de toma y daca podrán seguir disfrutando de la Yamaha R1 en circuito. El representante europeo de Yamaha ha confirmado que, a pesar de que Yamaha "técnicamente podríamos homologar la R1 a la EU5+, no tiene sentido".
No tiene sentido, dice, porque "si luego el cliente inmediatamente la vuelve a poner en configuración de pista, le quita el catalizador, los intermitentes y los faros, no tiene sentido". Por eso creen que "sería contradictorio" mantenerla e insiste en que la "R1 no para, continúa en versión circuito".