Se estrella a 225 km/h contra una pick-up: el vídeo que explica por qué no hacer el tonto con la moto en carretera

Se estrella a 225 km/h contra una pick-up: el vídeo que explica por qué no hacer el tonto con la moto en carretera
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"Juventud, divino tesoro", dijo Rubén Darío. Mal aprovechada, la inconsciencia es uno de los defectos con la que los hijos juegan y los padres sufren.

Y cuando vamos en moto, ya sabemos de lo que estamos hablando; el cóctel perfecto del que un joven youtuber se ha dado cuenta tras un fuerte en el que casi pierde la vida, lo que le hace reflexionar profundamente sobre las motos, la juventud y la inconsciencia. Y vale para todos.

Terminó con 20 fracturas y pocas ganas de montar en moto

Hay quienes no entienden a estas alturas que la moto puede ser un arma mortal en las manos equivocadas. Hasta que no te pasa algo con lo que tu cabeza hace ese 'click' que muchos hemos experimentado, la mentalidad, en algunos casos (no siempre), es la de jugar a las carreras, acelerar a fondo y disfrutar de la moto de una manera nada segura.

Street Demon PC es un joven youtuber al que le gusta la velocidad y las motos japonesas. Con su Honda CBR600RR se va jugando el tipo a casi 250 kilómetros por hora por carreteras y autovías. Era de esos a los que le parecía divertido ir pasando entre dos coches o camiones a centímetros.

Cbr Accidente 2 2023

Hasta que la vida te dice que pares. El verano pasado el joven se encontraba en una de sus temerarias incursiones en una autopista a cerca de 220 km/h, sorteando vehículos a su suerte. En una de esas, no calcula con acierto la distancia tras pasar cerca de un camión y acaba estampándose contra la parte trasera de una 'pick-up'.

Fruto del golpe, el motorista se queda inconsciente sobre la moto. Instantes después, el camión no puede frenar de golpe y acaba golpeándolo. Ese día el joven tenía a su ángel de la guarda muy cerca, porque consiguió salir de aquella. "Lo llamo un accidente pero claramente fue mi culpa. Demasiada confianza para muy poca habilidad", decía el chaval.

20 fracturas después, brazo roto por la mitad en dos lugares diferentes, pulmón colapsado, costilla rota y dos discos de la columna fracturados, aprendió la lección por las malas: no correr como un energúmeno por la calle.

"Volverá a montar algún día, pero no como antes. Quiero divertirme durante mucho tiempo, pero no así". Y esta es una lección que todo motorista se debería grabar a fuego.

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