Las navidades del hijo de Chris Pfeiffer

Ya ha llegado el frío, la lluvia, el viento e incluso la nieve. Ha llegado la hora de abrigarse hasta la coronilla, de planificar nuestras rutas dependiendo de si está pegando o no el sol en la carretera y de no poder salir demasiado temprano por la mañana para volver pronto por la tarde por que oscurece. No todo es malo y también tenemos aquí la navidad junto a las vacaciones, aunque sólo sean para algunos. Entre estos afortunados se encuentran los pequeños diablillos del colegio que ya están pensando en los regalos de Navidad y dando más uso que nunca a sus vídeo-consolas. Pero, ¿y si ese diablillo se llama Hannes y es hijo del mismísimo Chris Pfeiffer?.

Entonces la cosa cambia. Cuando los genes de tu interior están curiosamente mezclados con gasolina y ruedas no puedes evitar que tu naturaleza salga a relucir el día menos pensado y en cualquier momento. Y para colmo, cuando lo hace, recibes las sonrisas y aplausos de tus padres. ¿Qué puede haber mejor?

Sinceramente, creo que no hay nada que mejor que ver a un niño con una sonrisa de oreja a oreja pasándoselo de miedo con su padre al lado con la baba caída. No voy a entrar a juzgar si debe o no debe conducir un quad con tres años por que, por lo que veo, parece un sitio bastante tranquilo y controlado así que, ¡a disfrutar de la Navidad!.

Vía | Moto.it