Llevar una cámara deportiva cuando vas en moto puede ser divertido. Pero también catastrófico. Porque toda cámara te graba encima de la moto, para lo bueno y para lo malo. Lo segundo le ha pasado a un motorista inglés, y el tiro de llevar una GoPro le ha salido por la culata.
Iba de ruta con su flamante Honda CB750 Hornet hasta que se accidentó con un coche. El coche salía de un cruce, pero él iba a más de 180 kilómetros por hora. ¿Quién tiene la culpa? Un juicio lo acaba de decidir. Y han utilizado la cámara como prueba incriminatoria definitiva.
Culpable por pasarse acelerando
La velocidad es dulce, pero en carretera, tiene sus riesgos. Lo que se disfruta un acelerón encima de la moto puede tener consecuencias para toda la vida; que se lo digan a Samuel Callaway, un motorista de 33 años que iba de ruta con su casi recién estrenada Honda. Pero acabó mal.
Era 7 de agosto cuando este joven marchaba en moto. El lugar, una carretera costera idílica. La moto, una Honda CB750 Hornet: 92 CV a 9.500 vueltas. Un acelerón es bastante sugerente en esta moto. Tanto que Callaway se puso a 188 kilómetros por hora tras adelantar a un coche que tenía delante.
¿El problema? Que escasos metros más adelante, hay un cruce. Aunque el motorista circulaba por la carretera principal, de un parking salía un Toyota Aygo casi imperceptible a esa velocidad. Porque recuerda que las lecciones de cuando te sacaste el carnet no prescriben: efecto túnel.
El efecto túnel viene a suceder cuando la visión periférica se reduce drásticamente y solo se enfoca el punto central de la carretera. Ocurre porque el cerebro prioriza la información más relevante, ignorando detalles del entorno. Un cruce es uno de esos detalles, por ejemplo. Debacle.
A 188 km/h no le da tiempo a identificar el coche que está saliendo del cruce. Y a esa velocidad, al del coche probablemente tampoco le diese tiempo a ver a la moto venir. Resultado: estampado contra el vehículo negro. Y eso que frenó, pero ya era tarde para detener la moto a semejante velocidad.
El motorista salió volando. Tuvieron que trasladarle al hospital en helicóptero y acabó con 24 huesos rotos y secuelas permanentes. Siete meses ha pasado metido en casa. Ni siquiera puede utilizar la mano derecha con normalidad ya. Ha sido este 2025 cuando el tribunal ha dirimido, y teniendo muy en cuenta la grabación de la cámara deportiva.
Total, que ha sido sentenciado como culpable del accidente por no prestar atención. Y eso que el conductor del coche no tenía seguro ni había pagado los correspondientes impuestos. Aún con esas, fue sentenciado a siete meses sin carnet, una multa de 300 euros y los costos judiciales.
Además del escarnio público, porque las imágenes de su GoPro han sido utilizadas por el equivalente al Ministerio Fiscal del lugar para reivindicar lo que no se debe hacer encima de una moto.
Imágenes | Crown Prosecution Service