En Japón tienen una terrible afición a modificar motos. Pero no motos grandes. Esas ya vienen muy preparadas. Cuanto más pequeñas, mejor. Por eso a los nipones aman modificarlas hasta el punto de hacer auténticas virguerías con motos que, sobre el papel, solo valen para ir de A a B.
Ejemplo, esta Honda Super Cub que parece una nave espacial, pero con dos ruedas. Es llamativa, y con razón. Aunque sea de 125 centímetros cúbicos es pequeña pero matona.
10 CV y sabor MotoGP
La Honda Super Cub es un ídolo de masas hasta el punto de que es la moto más vendida de todo el planeta, literalmente. Hasta ahora tenía dos versiones, una de 50 y otra de 125 cc. La primera desaparecerá a favor de la segunda, que es la más popular. Aún así, no ofrece más de 9,8 CV.
Pues este japonés la ha modificado... ¿En exceso? Tanto por fuera como por dentro. Lo que más salta a la vista es la de la frenada. Excesivo es poco lo que le ha puesto al Vespino japonés: no solo un doble disco delantero y otro doble trasero. En cada disco hay tres pinzas: doce en total. ¡Bestia!
La suspensión es otro de los aspectos más curiosos de esta moto. Y es que es totalmente ajustable, como en las motos de alta gama que te permiten subirla o bajarla para la comodidad del viaje. Este hombre lo utiliza para ser el rey de las quedadas de Super Cubs. De ahí lo tosco del sistema.
El 'Little Cub' (como su dueño nipón lo ha apodado e incluso sellado con pegatinas por toda la moto) está lleno de otros detalles como otro par de carburadores que sobresalen frente al asiento. Conducirlo tiene que ser toda una experiencia, pero realmente el motor monocilíndrico no ha cambiado un ápice.
Verlo en acción es toda una experiencia, y hay vídeo. Las suspensiones de MotoGP son todo un filón. Y la cara del que la prueba lo dice todo.