La gasolina va camino del euro y medio por litro, ¿cómo nos afecta? (II)

La gasolina va camino del euro y medio por litro, ¿cómo nos afecta? (II)
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Como mencionábamos en el artículo anterior, la gasolina se esta poniendo a precio de oro y salir con la moto nos cuesta cada año más dinero. Hablando con compañeros de ruta, todos coinciden en que no dejarán de salir pese a esta situación. A tenor de los comentarios recibidos en el artículo anterior por vuestra parte, también me queda claro que la gente, en su mayoría, no están dispuestos a abandonar sus aficiones por muy negro que se ponga el panorama. Una vez escuché en uno de esos programas de radio hechos por aficionados llamados podcast, como un oyente formulaba una pregunta clave en un espacio que trataba la economía.

La pregunta era como salir de la crisis. La persona que dirigía ese podcast simplemente dijo que la solución era tener trabajo. Se lamentaba de tener que dar una respuesta que parece una perogrullada pero, por desgracia, es la realidad. Aquí pasa algo parecido de las opiniones que me ha dado la gente. También son de perogrullo, salgo menos, gasto menos. No hay milagros, hay que sacar la tijera y recortar aunque hay quien considera otras opciones para intentar mantener el mismo ritmo de ruteo.

Bocadillo

Tranquilos por la foto de arriba, que no cunda el pánico. Resulta que en ocasiones, salía de ruta con un buen amigo y nos perdíamos por carreteras bastante alejadas de los bares y puntos de reunión habituales. Tenía su aquel comer un bocadillo que nos llevábamos de casa sentados en una piedra sin apenas ruido y escuchando los pájaros. En época invernal los bocatas de tortilla al Termignoni, (así los llamaba yo), quedan a una temperatura ideal si se dejan unos minutos sobre el colector del cilindro delantero de las Ducati. Es curioso pero lo que puede ser una imagen esporádica se puede convertir en algo habitual. Y no lo digo por calentar el bocadillo en el escape si no por llevarlo de casa hecho.

Hay bastantes conocidos que me dicen que han suprimido el desayuno de la ruta. Hay quien no resiste la jornada mañanera sin echarse algo a la boca y lleva comida de casa para tomar por el camino, ya sea bocata en toda regla o una barrita energética o chocolatina. Otros desayunan previamente antes de salir pero en lo que ambos suelen coincidir es en tomar al menos el café en ruta. Y es que ya no es el aroma del torrefacto, que gusta más a unos que a otros, es que nos tenemos que juntar. Eso no cambia. Y discutir porque Casey Stoner se ha retirado o hablar de esa precarga de muelle y un par de clicks a la compresión que hemos puesto en el amortiguador trasero cuando llevamos pasajero. Esto afecta también al del bar o restaurante que ve menguar sus ingresos y nota el descenso de clientes. ¡Lo de solo tomar el café, me refiero!, ¡no lo de toquetear el amortiguador trasero!

Ruta

Bromas aparte, en este sentido, al habla con el propietario de uno de los bares, nos comentan que han notado un bajón incluso en clientes fieles de siempre. Cuando preguntas como es posible que el precio de los desayunos suba dos euros en poco tiempo, hay quien realmente se sincera y dice que sus proveedores le exprimen al máximo y que no queda otro remedio que cobrar más. Lo que pasa es que a todos nos queda el amargo recuerdo de la entrada del euro. Sí, cuando había quien pasaba de cobrar 85 pesetas a 160 pesetas por un simple café. El “eurete” de marras. Al principio de aquella transición parece que nos mirábamos un poco más este tema pero, creo que estaréis de acuerdo conmigo en que, pasados los primeros meses, todos pasábamos por el aro. Craso error como se esta demostrando ahora.

Si que hay propietarios de bares que se sonrojan de vergüenza ajena cuando les comentas el tema, aunque los que frecuento por mi zona reconozco que son gente currante que se esmera en darnos lo mejor que tienen en cada parada que hacemos en sus establecimientos. Hay de todo, como en todos los sectores y órdenes de la vida. Luego otra de las soluciones, la de perogrullo, es salir menos. Hay quien comenta que se niega a gastar más dinero, es decir, que tiene su presupuesto para salidas y puede aumentar en límites razonables pero hasta cierto punto. Y también aquí hay dos versiones, la de los que reducen el número de kilómetros y los que reducen el número de salidas. Tiene su lógica. Si sales cada fin de semana puede que te veas obligado a salir un fin de semana sí y otro no. No se tiene porque abandonar la moto el día que no se sale. Muchos aprovechan para hacer algo de mantenimiento y limpieza, amén de dar prioridad a otras aficiones.

Ruta

Los que salen sí o sí cada vez que tienen oportunidad puede que acoten algo más la ruta. Es normal hacer algún kilómetro menos en pro de ahorrar algún euro más. Es gente que también tiene un presupuesto aproximado y se niega a gastar por gastar. Y más en una época en que muchos aumentos de precio vienen dados por la escasez de compradores. Parece que hay quien piensa en aplicar la máxima de: “como hay poco margen de ganancia y clientes, subimos el precio y los pocos que pasen, que paguen”. Yo personalmente poco puedo opinar ya que todo este lío me pilla en una época en la que pretendo dejar la carretera una temporada.

Me dedicaré al circuito de karting con mini motos. Por cierto, me ha llamado la atención la cantidad de gente que se esta pasando a rodar en circuitos de karting como medida temporal. Hasta la última moto de carretera que he tenido nunca he dejado de salir pero tengo claro que, si actualmente la tuviese, no me quedaría más remedio que reducir el ritmo de salidas. Eso sí, mal que me pese y aunque me duela en lo más profundo, prefiero hacer algún kilómetro menos y no privarme del desayuno. Es que me “jode” sobremanera, perdón por la expresión, no poder juntarme con la gente. Por ahí si que no paso.

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