"¿Qué estoy haciendo?". Se mete en una mina abandonada con una moto eléctrica y acaba encontrando lo que menos se esperaba

"¿Qué estoy haciendo?". Se mete en una mina abandonada con una moto eléctrica y acaba encontrando lo que menos se esperaba
Sin comentarios

Hay decisiones que solo se entienden cuando ya es demasiado tarde para echarse atrás. Como la que tomó un youtuber estadounidense al adentrarse en una mina abandonada con una moto de cross eléctrica, grabando cada segundo de una aventura que bien podría no acabar del todo como esperaba.

La escena arranca en medio de la nada. Un paraje industrial olvidado, hierros oxidados, silencio absoluto y un youtuber con una moto Stark Varg que se planta ante la boca oscura de una mina como quien se asoma al abismo. "¿Qué estoy haciendo?", se pregunta en voz alta, justo antes de encender el foco de su casco y perderse bajo tierra. Lo hace.

Se encontró a alguien en mitad de la mina

La decisión de usar una moto eléctrica no fue un capricho, sino un salvavidas. En un lugar cerrado como ese, un motor de gasolina sería sinónimo de muerte lenta por monóxido. Vamos, de otra manera seguramente no hubiese entrado a esa mina.

Pero con la Stark, el aire sigue siendo respirable y el sonido, casi inexistente. Apenas el crujido de las ruedas sobre grava húmeda y algún que otro goteo lejano.

A medida que avanza, la tensión crece. Las paredes están desconchadas, el suelo es una mezcla de barro y charcos que podrían ocultar pozos. Cada metro recorrido parece un desafío contra lo desconocido. "Aquí no sabes si un charco es superficial o tiene tres metros de profundida", dice. Y eso sin contar el riesgo real de derrumbes, gases acumulados o estructuras podridas.

Lo que no esperaba nadie, ni él ni los que ven el vídeo, era lo que apareció en mitad del túnel. De repente, dos figuras humanas emergen de la oscuridad. Otros exploradores, linternas en mano, que se habían adentrado a pie. El susto fue mutuo, pero el encuentro resulta tan surrealista que parece guionizado. En un entorno tan inhóspito, el silencio compartido pesa más que las palabras.

Y como si no fuera ya bastante, surge otro problema: dar la vuelta. Porque en una galería donde apenas cabe la moto, girar es un imposible. ¿La solución? El modo marcha atrás de la Stark.

Sí, esta moto puede ir en modo marcha atrás, y aquí no es una curiosidad técnica, es la diferencia entre volver a casa o quedarse atrapado. Porque una cosa es hacer enduro en montaña. Otra, jugarse el tipo bajo toneladas de roca.

Imágenes | YouTube

Temas
Inicio