
Para aquellos poco versados en algunas competiciones, los X Games son algo así como el evento más prestigioso en la escena de los action sports. Allí se juntan todo tipo de deportes extremos con un ambiente muy yanqui y disciplinas como el motocross no pueden faltar.
Pues desde hace un tiempo, allí corren también las motos eléctricas. Y son especialmente espectaculares por el tipo de acrobacias que hacen. Tanto que las han acabado prohibiendo.
Cuando las eléctricas superan a las de gasolina: ¿verdad o mentira?
Los X Games, el evento que revolucionó los deportes extremos en los años 90, siempre se han caracterizado por romper barreras y llevar el motocross freestyle a niveles nunca antes vistos. Sin embargo, parece que la organización ha decidido poner el freno a uno de los avances más importantes en la historia reciente del motocross: las motos eléctricas.
Directamente han prohibido el uso de motos eléctricas de cross, como la Stark Varg que venía compitiendo y dando la talla. Alegan la necesidad de "mantener la igualdad de condiciones".
La organización explicó a Ride Apart que "nuestros formatos de competición actuales están diseñados en torno al rendimiento y las características de las motos de gasolina tradicionales, que siguen siendo el estándar mundial para la competición de élite".
Pero hay algo más detrás. Según relata el citado medio, esa no es la justificación más certera. Al parecer, desde que llegaron las motos eléctricas Stark a la escena del freestyle, hay una pequeña gran revolución: son más ligeras, tienen más potencia y más capacidad de hacer el 'cabra'.
Eso se traduce en trucos más ambiciosos y espectaculares que, según la citada fuente, dejaba en evidencia a las de gasolina. En redes sociales, pilotos tradicionales criticaban la diferencia de rendimiento, argumentando que no deberían competir en la misma categoría que las motos de combustión. La historia recuerda a otros momentos de evolución en el deporte, cuando nuevas tecnologías o estilos rompieron moldes y no fueron bien recibidos al principio. Algo así ha pasado, porque las han acabado prohibiendo.
Una traición al espíritu de innovación que los pilotos no se han tomado a bien porque ni siquiera fueron informados previamente, sino que se enteraron al recibir las invitaciones y reglas de los eventos de Japón y Salt Lake City.
Al menos, dicen, "es una garantía para quienes todavía pilotan motos de gasolina". Para muchos, esta prohibición no es más que una concesión a los competidores que temen el cambio, en lugar de una verdadera medida para equilibrar la competición.
Imágenes | Stark, X Games