Hasta hace unos años que no existían las motos eléctricas, era muy normal escuchar en los vecindarios a los jóvenes con escapes modificados o libres en scooters de 49 cc retumbando todo el vecindario. Todavía queda alguno, pero los tiempos han cambiado, y ahora esos scooters son motos eléctricas, y los chavales llevan pasamontañas.
Un reportaje de la BBC se ha metido de lleno con una patrulla de la policía en un barrio de Reino Unido. Patrullas que tienen un fin: erradicar a los chavales con pasamontañas en motos eléctricas que "aterrorizan a los barrios con una conducción antisocial y peligrosa".
"Para mí es divertido, me gusta la emoción"
Motos eléctricas y juventud parece una ola cada vez más popular. Muchas son bicicletas electrificadas, o motos que se pueden llevar con el carnet B de coche. El problema es que son fácilmente manipulables, y deslimitadas, llegan a los 130 kilómetros por hora. Un peligro para los vecindarios.
Como denuncia un agente a la BBC, "van a 130 kilómetros por hora, haciendo caballitos y gritando insultos a la gente mientras lo hacen". Un "enorme problema" al que se enfrenta la policía, porque les plantan cara, y les da igual. Tienen las de ganar porque son más rápidas y ágiles que los coches patrulla. Se nota cierto tono de desesperación en las palabras de la policía.
El problema que han detectado en Reino Unido y que es aplicable a muchos barrios de nuestro país, es que con este tipo máquinas eléctricas escapan rápidamente por callejones, circulan a gran velocidad, no llevan casco e incluso provocan accidentes con muertos de por medio. Tan impunes son que ya ni se molestan en perseguirles y solo hacen acto de presencia.
En mayo hubo una revuelta social después de que dos adolescentes de 15 y 16 años muriesen tras escaparse de la policía en una moto eléctrica. En julio murió otro quinceañero mientras trataba zafarse de la policía en otra eléctrica. Y así unos cuantos casos más.
Problema trascendental. Los propios policías tienen la creencia de que la ley y la forma de perseguirles se está quedando atrás en comparación con el desarrollo de la tecnología y estas máquinas. La mayoría van encapuchados, y escapan tan rápido que les es imposible ni siquiera identificarlos porque no llevan matrículas.
La solución, en parte, ha sido poner en juego drones y agentes con motos de enduro, también eléctricas. Pero las habilidades de los jóvenes son casi superiores y terminan escapando, cuentan algunos de los agentes.
La otra cara son los jóvenes, como uno encapuchado que responde a la BBC, y lo ve como algo súper divertido: "Para mí es divertido, me gusta la emoción. Es tu decisión correr el riesgo, es lo que yo hago, la clave son los callejones".