John Fernández
Los contratos se firman, pero no siempre se cumplen. Si Jorge Martín decide romper con Aprilia antes de 2026, se sumará a una lista cada vez más larga de rupturas anticipadas en la era MotoGP.
La última gran bomba fue Marc Márquez. Y antes de él, una docena de casos. Todos distintos. Todos con un mismo denominador: cuando algo no cuadra, se corta por lo sano. Pero en el caso de Martín, Aprilia parece dispuesta a luchar legalmente.
Márquez abrió la puerta que ahora podría cruzar Martín
Jorge Martín no será el primero ni el último en romper un redactado con una marca de motos. Tiene precedentes, y varios, además. La historia más reciente es también la más impactante. En otoño de 2023, Marc Márquez cerraba de mutuo acuerdo once años con el Repsol Honda, renunciando al año final de su multimillonario contrato. Se fue en busca de lo que no encontraba: competitividad. Lo encontró en Gresini. Y su ejemplo, ahora, planea sobre el futuro del campeón del mundo de 2024.
Jorge Martín firmó con Aprilia en junio de 2024 por dos años. Pero tras solo unas carreras, ya suenan las dudas. Si decide romper, sería el decimocuarto piloto en hacerlo desde 2002, el año cero de la era MotoGP (después de los 500 cc).
De hecho, no es un fenómeno nuevo. Cal Crutchlow duró un solo año con Ducati. Se fue en 2014 rumbo a LCR Honda, donde acabaría ganando grandes premios. Su historia no es única. Como él, Marco Melandri probó dos veces el trago amargo. Primero con Ducati, en 2008, incapaz de domar la Desmosedici. Y luego en 2015 con Aprilia: ocho carreras, cero puntos, y adiós.
También Sam Lowes fue despedido por Aprilia en 2017 antes de tiempo. Karel Abraham, por su parte, perdió su sitio en 2020 cuando Avintia decidió apostar por Johann Zarco. Lo mismo que le ocurrió a Pol Espargaró: en 2023, KTM le ofreció pasar a piloto de pruebas para dejar hueco a Pedro Acosta. Pol aceptó. Fue una retirada encubierta.
Cuando no te echan: te vas. Otros pilotos fueron ellos mismos quienes cerraron la puerta. Como Johann Zarco, que en 2019 pidió salir de KTM a mitad de año tras no encajar con la RC16. O como Andrea Dovizioso, que tras volver a MotoGP en 2022 con el equipo RNF Yamaha, acabó colgando el casco en Misano, sin terminar su temporada.
Colin Edwards también se despidió antes de tiempo. En 2014, dijo basta durante el GP de Indianápolis. Otro que no terminó fue Jonas Folger, obligado a dejar MotoGP por problemas de salud tras una prometedora temporada en Tech3.
Y luego está el caso de Maverick Viñales. Firmado hasta 2022 con Yamaha, todo estalló en el GP de Austria 2021. Lo acusaron de sabotear el motor. Fin inmediato. Y a los pocos días, fichado por Aprilia.
Dopaje, lesiones y decisiones de despacho. Andrea Iannone vio su carrera cortada en seco en 2020 tras una sanción de cuatro años por dopaje. No fue una ruptura por rendimiento, sino por castigo. En otra línea, Jorge Lorenzo dejó Honda en 2019 un año antes de tiempo. Nunca logró entender la RC213V. Optó por la retirada.
Y en muchos casos, no es el piloto quien decide. A veces, la marca mueve ficha. A veces, las circunstancias obligan. Pero en total, desde que arrancó MotoGP en 2002, han sido 13 los pilotos que rompieron su contrato antes de tiempo. Algunos por resultados, otros por salud, otros por pura estrategia. Si Jorge Martín se va de Aprilia antes de acabar 2026, será el número 14.
Imágenes | Motorpasión Moto
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