Hay preguntas a las que es difícil responder, como por ejemplo cuál es la moto más cara del mundo. Cabría pensar en alguna marca premium como Ducati o BMW, pero más allá de las generalistas, hay un mundillo de la moto un tanto desconocido como ecléctico: el de los preparadores. Y esas sí que son caras y no una Ducati.
De hecho, la moto más cara del mundo es imbatible desde hace más de una década. Desde que se vendió en 2012 por un desorbitado precio no hay quien la haya batido. Se llama la 'Neiman Marcus Limited edition Fighter', y es como un Lego de 160 CV.
Una moto rodeada de misterio y desconocimiento
En la industria de la moto, la producción en serie es la forma más habitual y conocida. Sin embargo, existe un nicho muy concreto que también tiene su público. Y casi con un solo cliente ya consiguen el beneficio de toda una gama entera. Hay quienes la apoda incluso "obras de arte" porque se revalorizan con el tiempo, y además, se convierten en artículos de colección que raramente salen a la carretera.
Este espécimen se lanzó por primera vez en 2009 y rápidamente llamó la atención de los más frikis por su particular y estrambótico estilo; aunque casi más impresionante es su ingeniería. Solo se fabricaron 45 en todo el mundo.
Está fabricada por una famosa marca yanqui de motos, una empresa americana llamada Confederate Motorcycles que tiene algún que otro cliente exclusivo, como el rockero Bruce Springsteen. Es una marca de motos prácticamente de lujo.
Su diseño corrió a cargo del diseñador de coches Richard 'Gibby' Gibbons. Su inspiración se apreció con el tiempo, pues no tardó ni tres años en convertirse en la moto más cara de todo el planeta. Por cierto, Neiman Marcus, el nombre que recibe, proviene de la empresa que colaboró con MTT, que no es más que una cadena gigante de moda de lujo en EE.UU.
Los grandes almacenes llegaron a un acuerdo con Confederate Motorcycles (el fabricante de motos yanqui de lujo) para hacer una colaboración con el fin de promocionar las tiendas. El inesperado resultado se convertiría poco después en la moto más cara del mundo, y de rebote.
La base de la moto era una Confederate de 55.000 euros. Sin embargo, hicieron modificaciones. El marco y la carrocería están fabricados en aluminio mecanizado. Todo es visible, como una naked pero en versión custom. Y aunque parezca que pesa mucho, sobre la báscula son 'solo' 200 kilos en orden de marcha.
El motor bajo semejante Lego es un V-Twin a 45º de 1.996 centímetros cúbicos que rendía 120 CV y y unos escalofriantes 183 Nm de par que la hacían volar a más de 305 kilómetros por hora.
La moto se vendió en el catálogo de Navidad de Neiman Marcus a un precio de 110.000 dólares. Cuál sería la sorpresa cuando solo tres años después, en una subasta, llegó a alcanzar los 11 millones de dólares.