Después del revuelo que se montó a raíz de las declaraciones de Shuhey Nakamoto en los entrenamientos post-Valencia donde decía básicamente que en caso de que se llevara a cabo la intención de Dorna de homogeneizar todas las centralitas en un único modelo suministrado por el organizador con el mismo software pare todos Honda dejaría el campeonato con una seguridad del 99% se me plantea un futuro con muchas dudas.
Si simplificamos las cosas a lo básico estaremos todos de acuerdo en que la electrónica es fundamental en MotoGP. Cualquier pequeña ventaja en el mundo de los ceros y los unos se traduce en décimas de segundo por vuelta frente a los competidores, y sino que se lo digan a los equipos que usan las CRT. Según ellos sus carencias no están en falta de potencia máxima, sino en electrónicas que les permitan aplicar la potencia de una forma útil sobre el asfalto. También podemos hablar con la gente de Ducati, a quienes les sobra potencia.
A día de hoy, o bueno, de mañana más bien para la temporada 2014 serán tres las subcategorías que integren la categoría de MotoGP: Factory Option, Open y CRT. Tres clases de las que las dos primeras puntuarán por un lado y CRT por otro, algo a mi parecer que es una chapuza provisional y que no merece ser la parrilla de salida del Campeonato del Mundo de MotoGP.
El ejemplo fácil lo tenemos en el WSBK donde para el próximo año encontraremos a las EVO, una subcategoría que viene a ser el futuro definido de la competición. Un modelo de reglamento que pone su punto de mira en motos más próximas aún a las de serie, porque saben en qué punto se encuentran ahora y a cuál quieren llegar, algo que no veo que pase en MotoGP, donde la MSMA tiene mucha más mano sobre el reglamento de lo que nos podemos pensar.
El cuento de siempre que viene Honda a contarnos cada vez que hay una propuesta de cambio en el reglamento es el mismo, un cuento que se parece al de Pedro y el lobo. Las salidas por la tangente no son una opción válida teniendo en cuenta que sí, Honda usa MotoGP como laboratorio de pruebas y puedo entender que no les haga gracia que les limiten sus capacidades, pero Honda no podría permitirse quedar fuera de las parrillas de MotoGP, y más sabiendo su pobre papel en el WSBK y que no hay muchas posibilidades de que eso cambie.
¿Y podría permitirse Dorna una parrilla sin Honda? Si la salida de Honda fuese por haber introducido un reglamento que permita la llegada de otros fabricantes creo que sí. Suzuki está ahí, luchando por hacerse un hueco que por el momento no va a llegar en 2014, Aprilia tiene una moto que casi se parece más a una MotoGP corriendo en el WSBK y se rumorea su intención de volver a la categoría, Kawasaki también podría hacerlo y la puerta está abierta para fabricantes de chasis con motores de grandes fábricas.
Todo esto sería viable si se pasase por el aro de la centralita única y el software suministrado por el organizador. Los fabricantes de motos, en mi opinión, tienen que dedicarse a fabricar motos pero no pueden olvidarse de que una moto no es nada sin el piloto. En pro de la seguridad está bien que la electrónica nos ayude, pero creo que no seré el único al que de vez en cuando le ronda el pensamiento de que los pilotos de MotoGP a veces sólo abren el acelerador sin miedo a poder caerse porque tienen una red de seguridad con la forma de un paquete electrónico valorado en cientos de miles de euros.
Si las exigencias de Honda se siguen a pies juntillas por Dorna quizá en un futuro terminemos sustituyendo a los Marquez de hoy por esos siniestros jockeys robóticos que usan en las carreras de camellos, o que pongan luces a las motos y cada domingo de carreras tengamos una reposición de TRON. Vale, sí, exagero, pero no se puede permitir que sólo se mire por el interés de una marca en detrimento de otras muchas que por culpa del reglamento se encuentran siempre en la cuerda floja dudando entre si merece la pena el esfuerzo de ir a correr cuando sabes que no vas a ganar.
Me estoy empezando a cansar de escuchar descaradamente los cortes del control de tracción en cada curva, los anti-wheelies, las bajadas de rendimiento cuando queda poca gasolina, suspensiones más listas que Stephen Hawking y tíos que abren gas sin miedo mientras apoyan el codo en el asfalto. ¿Todo ésto tiene mérito? Desde luego que sí, pero creo que habría que tener más arrestos para salir a pista sin el sensor que llevó a Dani Pedrosa al suelo en Alcañiz que para tocar con el codo.
Llevar deslizaderas en los codos no implica que nadie sea mejor piloto, significa que tiene unos neumáticos que juegan con los límites de la física mientras millones de euros en electrónica evitan el arrastrón.
Si tuviéramos un campeonato con gomas no tan buenas pero que avisan del límite (ahora no hay aviso, o agarran o no agarran y hay caída), motos diferentes con sus pros y contras pero con un paquete electrónico homogéneo que impida la escalada de costes, algo que traería más fabricantes, veríamos realmente la valía de los pilotos tal y como vivíamos hace años los campeonatos.
En 2013 hemos aplaudido con las orejas al tener tres pilotos luchando por la victoria en el que recordaremos como uno de los mejores campeonatos de los últimos tiempos, pero si el año que viene viéramos en directo peleas como las de Rainey y Schwantz la perspectiva cambia. La falta de emoción se había apoderado de MotoGP y si dejamos que la electrónica siga extendiendo su hegemonía puede que 2013 sea el año en el que vimos la excepción al aburrimiento.
Fotos | noticiaslocas, Repsol Media