Así es como la electrónica y la conectividad se abren paso en la moto: pronto un mecánico sabrá más de software que de mecánica

Las motos en los últimos años han evolucionado mucho tecnológicamente, el protagonismo de la mecánica poco a poco se va reduciendo en favor de la electrónica y las novedades premium del mercado ya incorporan importantes softwares de gestión.

Los sistemas de seguridad como el ABS y otros como el control de tracción recopilan muchos datos y demandan la presencia de un ordenador que los analice y dicte ordenes de cómo actuar al resto de elementos de la moto. Lo último en llegar a las motos es la instrumentación digital inteligente.

Un poco de historia: así ha sido, a grandes rasgos, la evolución de la electrónica en las motos

La primera moto en incorporar un sistema de ABS fue la BMW K100 a finales de los ochenta, una época en la que la industria de la automoción evolucionó bastante. En ese momento también se proponían los primeros chasis de aluminio como hizo Suzuki con la GSX-R750 en 1985. Las innovaciones tenían un carácter eminentemente mecánico y, aunque en el territorio de las cuatro ruedas sí que la electrónica ya tenía más presencia, en las motos debería de esperar.

Los años noventa fueron una etapa de aprendizaje, las marcas se dedicaron a perfeccionar lo que empezaban a hacer en los ochenta y las motos cada vez eran "más redondas". Para esto utilizaban sus centros tecnológicos y salieron al mercado muchas innovaciones "hechas por ordenador". Aún así la moto seguía siendo un vehículo muy mecánico. En esta época aparecieron las primeras instrumentaciones digitales como por ejemplo es el caso de la scooter Suzuki Lido en 1990.

La era de los 2000 fue clave para la inclusión de la electrónica en las motos de calle. La visión tecnológica de la sociedad había crecido y rápido empezábamos a vivir "pegados a una pantalla". Las motos cada vez eran más sofisticadas y ya necesitaban de una ayuda externa, el ordenador de a bordo, para su correcta gestión. Como ejemplo del avance a nivel tecnológico hay que decir que en 2007 la BMW 1200 R fue la primera moto en incorporar el sistema de control de tracción (ASC).

Las cosas ahora han cambiado y en la actualidad la lista de sistemas de ayuda a la conducción que incorporan las motos no para de crecer. Al ya obligatorio ABS se le suman los sensores de nivel de inclinación, los modos de conducción, la regulación inteligente de la suspensión, el asistente de arranque en pendiente, etc. Todos trabajan con la sensórica y necesitan de un ordenador que procese y gestione los datos que acumulan. Su correcto funcionamiento es fundamental para el buen circular de la moto.

A mayor número de sistemas de ayuda a la conducción más complejidad final del producto, más precio y más locura potencial para los mecánicos ante una supuesta (que no debería) avería. A favor está un factor básico, son motos mejores.

Los sistemas de ayuda a la conducción, pese a que aportan complejidad al producto también ofrecen seguridad, y eso es algo que en el mundo de las dos ruedas se paga a precio de oro. Si una moto perdona un error en la conducción estará todo dicho y el dinero pagado por los sistemas de ayuda será poco.

De la llave inglesa a la máquina de diagnosis y a la gestión del software

El pasado en el que las motos eran simple mecánica fue bonito mientras duró, pero es eso, pasado. También eran buenos los tiempos en los que los vehículos a motor se arreglaban utilizando de manera única herramientas mecánicas.

Las cosas han cambiado a día de hoy y actualmente en los talleres las máquinas de diagnosis tienen bastante protagonismo. Los mecánicos "de toda la vida" ya no pueden solucionar todos los problemas a base de ingenio y ñapas. No les queda otra, tienen que saber de electrónica, y dentro de muy poco, también de gestión de software y programación.

Raúl Limones es el responsable y el jefe de taller de Moto Limones, una tienda y taller con servicio oficial de varias marcas en Torrejón de Ardoz (Madrid), y comenta que "las cosas han cambiado bastante en el taller. Antes el mantenimiento era como quien dice sota, caballo y rey. Ahora, a parte del mantenimiento ordinario, hay que andar conectando la máquina de diagnosis para ver si hay otros fallos o actualizaciones. Es el mismo trabajo que antes más el añadido de la electrónica".

Los fabricantes han llegado al punto de lograr productos muy conseguidos y las diferencias en cuanto a dinámica y respuesta de las motos antiguas con respecto a las más nuevas son notables. Mirándolo fríamente, una moto generalista actual es mucho mejor vehículo que una premium de hace años. Mucha parte de la culpa de este avance la tiene la electrónica.

Raúl comenta que "la máquina de diagnosis está siempre a mano. Ayuda al mecánico a conocer los problemas de la moto, pero no es una ciencia cierta. La pericia y la experiencia del mecánico para solucionar según qué problemas sigue siendo básica".

El refinamiento en las motos no se consigue solo y es pura evolución ingenieril. Con el paso de los años el conocimiento ha crecido y los procesos industriales también son mejores por lo que el resultado final obviamente es más completo. La presión del mercado es otra cosa que también ha ayudado a las marcas a generar cada vez mejores productos. El responsable de Moto Limones destaca que las marcas "hacen cursos para enseñar los entresijos de cada moto, pero lo hacen cuando son nuevas, no en el momento en el que empiezan a fallar. En favor de los talleres hay que destacar que tienen un servicio post-venta y de atención al cliente que puede guiar y ayudar al mecánico en el proceso de reparación de una moto si es que es necesario".

Raúl también habla sobre los nuevos sistemas presentes en las motos como son el ABS, el control de tracción o la unidad de medición inercial. "Mientras son nuevos y no fallan, bien. Se ajustan en cada revisión con la máquina de diagnosis y punto. El ABS ya lleva tiempo en el mercado y ya le tenemos cogida la idea. Ahora, otros como el control de tracción y así, veremos, pero de momento aún no fallan. Al final es un continuo aprendizaje que se hace gracias a los cursos y la experiencia del día a día. Todo lo que es electrónica en la moto da bastantes más quebraderos de cabeza que lo que es una avería mecánica de toda la vida".

La conectividad y la inteligencia artificial, el próximo horizonte de las motos

La vida actual nos pide estar continuamente conectados. Las motos actuales empiezan a hacer caso a esta tendencia y es típico que equipen soportes para GPS o conectores USB en el manillar. El próximo paso, que ya hay modelos que han dado, es el de incorporar instrumentación digital. La gama BMW ya empieza a generalizar el Connected Ride, Peugeot en el scooter Pulsion ofrece también un sistema i-Connect y Honda en la última revisión de su rutera Gold Wing incorpora el sistema Android Auto y Apple Car Play. Son algunos ejemplos, pero hay más.

La asociación de la moto y el smartphone empieza a ser fundamental y hay marcas que tienen su App específica. Es el caso de Silence o de KTM. Se trata de una asociación vía Bluetooth que permite lanzar el lector de mapas del teléfono a la pantalla de la moto o poner música y responder llamadas a través del intercomunicador del casco. La información también va en la otra dirección y en la pantalla del teléfono se pueden observar diferentes datos de la moto como por ejemplo, la autonomía, el kilometraje total, etc. Es una nueva manera también de interactuar con la marca.

El siguiente paso será el arranque por botón asociado a la smart key, punto que marcas como Honda tendrían muy fácil dar. Por último llegará la incorporación de conexión inteligente a la nube para recibir actualizaciones de software de la moto vía Wi-Fi o tarifa de datos. También puede que la inteligencia artificial haga su aparición en el mundo de las dos ruedas a través de la interacción con la máquina por comandos de voz tipo "Ok Google" o Alexa". Esto último simplificaría la instrumentación y el número de botones que están presentes en las manetas de las motos.

Funcionalidades como compartir el vehículo a través de una App. La nueva movilidad ya está aquí

Otro ámbito que seguro crecerá en el hemisferio de las dos ruedas es el que está asociado a la nueva movilidad. La conectividad de las motos permitirá su presencia "en la nube" y, llegado el caso, su cesión de forma remota.

Las marcas no son ajenas a la economía colaborativa. Las motos en modalidad de sharing son el claro ejemplo de esto y los fabricantes permanecen muy atentos al cambio que se presagia en la forma de tenencia. Se especula que el cambio del sistema de propiedad al de pago por uso va a ser una constante en esta nueva década.

Ideas como ceder la moto a un amigo o un familiar a "golpe de App" o directamente no tener vehículo en propiedad y sí una suscripción a una plataforma de renting flexible son algo transgresoras en la actualidad, pero perfectamente factibles en un futuro que cada vez está más cerca.

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