La situación financiera de KTM sigue ofreciéndonos análisis desde distintos puntos de vista. Pierer Mobility, matriz de la icónica firma austriaca, ha revelado a través de un comunicado unas cifras demoledoras correspondientes al ejercicio 2024. Demoledoras si se comparan con las de otros años; sirve para hacer una imagen de la magnitud del problema.
El resumen es claro: una pérdida antes de impuestos de 1.280 millones de euros, una caída de ingresos del 29,4% y una deuda neta que se dispara hasta los 1.640 millones. Pero hay más datos.
Ventas en picado y producción paralizada en KTM
El balance de la compañía muestra un capital propio negativo de 199 millones. Una señal inequívoca del deterioro de su salud financiera, y una advertencia de que el tiempo corre en su contra.
Durante 2024, KTM vendió 292.497 motos, lo que supone una caída del 21% respecto al año anterior. Solo a modo de comparación, si ese es el dato ofrecido por la marca, se supone que en 2023 vendieron algo más de 370.000 motos. Es decir, han dejado de vender casi 80.000 motos.
La mayoría de estas ventas se concentraron en Europa (38%) y Norteamérica (24%), mientras que India e Indonesia compartieron un 21% del total. Bajaj, el socio indio clave en el mercado asiático, aportó más de 60.000 unidades.
No obstante, ni estos números ni el apoyo de Bajaj han sido suficientes para evitar el parón industrial. La planta principal en Mattighofen detuvo su actividad en diciembre de 2024 y no retomó la producción hasta mediados de marzo, gracias a un salvavidas de 150 millones de euros aportado por la firma india. Pierer Mobility espera reactivar las cuatro líneas de montaje antes del verano, siempre y cuando logre cerrar un rescate financiero de 600 millones de euros que aún está en el aire.
El ajuste no solo ha sido financiero. Desde diciembre, más de 1.850 empleados han perdido su trabajo: 874 salieron a finales de 2024, 750 más a comienzos de 2025 y otros 220 están vinculados a la venta en curso de MV Agusta. Un redimensionamiento que responde a la necesidad urgente de reducir costes operativos y enfocar recursos, según los datos de MCN.
Otro adiós, y es que la empresa abandonará por completo el segmento de bicis eléctricas en 2025. Esto implica liquidar el inventario de Husqvarna y GasGas en ese sector, además de revisar su participación mayoritaria en Felt, una marca con fuerte presencia en el ciclismo de alto rendimiento.
Una reestructuración contrarreloj. La presión sobre Pierer Mobility es máxima. La continuidad de KTM depende de una inyección de capital que aún no está garantizada. Con la producción detenida durante meses, las ventas cayendo y la deuda al alza, la compañía necesita más que nunca una hoja de ruta clara para sobrevivir.
Todo apunta a una reestructuración profunda, con KTM enfocándose exclusivamente en su núcleo duro: las motos. La salida del mercado de bicicletas, el repliegue internacional y la venta de activos no estratégicos son parte de un plan de emergencia que busca asegurar su viabilidad a medio plazo.
Si todo eso no llega a tiempo, hay alguien con dinero en la recámara dispuesto a esperar al fracaso de KTM para hacer una buena oferta. Es Bombardier Recreational Products (BRP), empresa matriz de Can-Am, Ski-Doo y Sea-Doo.
Imágenes | KTM, Michelin