Probamos la Royal Enfield Himalayan: Sinceridad trail para aventureros de verdad

Después de dos retrasos consecutivos por culpa del mal tiempo primaveral (o invernal más bien) hemos podido ponernos a los mandos de la Royal Enfield Himalayan, una moto que recupera el espíritu trail auténtico de las motos de hace décadas. Un concepto en el que lo que menos importa es cómo de rápido llegar a tu destino.

Fiable, robusta, sencilla y muy capaz, la Himalayan es una de esas motos que ya no se fabrican. Una moto dura perfecta para llegar a los terrenos más recónditos sin preocuparse por cómo esté la carretera o el camino hasta el destino.

Royal Enfiel Himalayan: una trail sincera

Estéticamente la Royal Enfield Himalayan promete exactamente lo que es: una moto dura, resistente y con un aspecto clásico de verdad. Las líneas maestras recuerdan a las motos británicas de los 60 y 70, conservando su aspecto vetusto y sin hacer promesas vacías. Lo que ves es lo que hay, ni más ni menos.

Tan sencilla como aparenta, las características principales de la Himalayan son un gran depósito de combustible de 15 litros, unos guardabarros cortos y elevados y poco más: pocos elementos que puedan romperse. El gran faro delantero está colocado en una posición muy elevada y cuenta con luz de posición LED, a juego con el piloto full LED trasero que se esconde bajo el portabultos de serie (como las protecciones laterales delanteras).

El asiento, al contrario de lo que podríamos esperar en una trail de sus características, es un dos piezas. Ambos han sido diseñados para ser cómodos y amplios de aspecto clásico, con una altura para las piernas bastante relajada en todos los aspectos.

Sin esconderse demasiado, el chasis es un tubular de acero diseñado por el prestigioso constructor Harris. Es más, cuando Royal Enfield inició el proyecto quiso alguien de su total confianza para confeccionar el bastidor, encontró a Harris y compró la compañía que ahora está dentro de la cartera de Royal Enfield. Todo queda en casa.

La carrocería está realizada en chapa metálica y pintada en color blanco o gris antracita con una franja que simula una rodada y recorre toda la moto de atrás a delante y que esconde el nombre de la moto entre sus caracteres.

Confortable, tranquila y capaz

Puestos a sus mandos nos encontramos con una moto sumamente amable. La Himalayan es baja, con un asiento situado a 800 mm del suelo que nos permite llegar perfectamente con los dos pies sin ninguna dificultad, algo impropio en motos trail modernas y que agradecerán aquellos usuarios que como yo no llegamos al 1,70 m.

De hecho, girando a muy baja velocidad o casi en parado sorprende lo rápido que llegan los pies al suelo y, además, al ayudarnos de unas suspensiones con un tarado bastante blando en su primer recorrido facilitarán las maniobras sin tener que bajarnos de la moto. Se mueve realmente bien a la hora de empujarla y eso que no es una moto que con sus 185 kg en seco sea especialmente ligera.

El cuadro de mandos es casi un anacronismo de los tiempos que corren. El aspecto clásico de la moto se ha llevado también al panel y nos ofrece un conjunto de cuatro esferas muy bien resueltas. La principal, más grande, es para la velocidad en su parte superior y en la inferior cuenta con un display digital con reloj horario, marcha engranada, termómetro y cuentakilómetros total y parcial.

A su derecha están los chivatos tradicionales y un poco más allá el tacómetro con la línea roja colocada a 6.500 rpm (bastante sincero como veremos luego). Debajo nos quedan otras dos esferas dentro de un mismo marco: una para el nivel de combustible y la última es una brújula digital que le da un toque adicional de aventura a la Himalayan.

Arrancamos su motor monocilíndrico y nos regala un ronroneo suave, tenue y que no intimida. Metemos primera y comenzamos a rodar casi en modo eléctrico por la forma que tiene de empujar. El motor de 411 centímetros cúbicos de carrera larga (78x86 mm) es un prodigio de suavidad perfecto para aquellos que empiezan en las motos grandes de aventura o que sencillamente no necesitan nada más.

Sus cifras son de 24,5 CV y 32 Nm de par motor, unas cifras escuetas que en realidad son suficientes pasa la mayoría de los mortales. La Himalayan es una moto pensada para largos recorridos a ritmo tranquilo y se nota que la firma ha buscado un comportamiento dulce pero, sobre todo, fiable.

Al tratarse de un monocilíndrico de carrera larga no podemos buscar la zona alta del tacómetro. Su mejor empuje está en la zona media, entre 4.000 y 6.500 rpm. Más allá de las 6.500 rpm (donde encontramos la potencia máxima) el motor empieza a desfallecer hasta las 7.000 rpm y clamar por un cambio de marcha con notables vibraciones, es mejor dejarle correr en marchas largas y frenar poco.

Estirando las cinco marchas que equipa la caja de cambios conseguiremos velocidades de crucero de 120 ó 130 km/h, bastante decentes pero no son el escenario ideal para el motor de esta Royal. Aún así, la Himalayan se comporta con rotundidad, protege bien del aire gracias a la pequeña pantalla y la parte ciclo guarda la compostura.

Rodando por carreteras comarcales la Himalayan es una moto que se disfruta a cada metro. Su carácter afable permite una conducción que incita a relajarse y disfrutar del paisaje manteniendo ritmos dentro de la legalidad. No vibra en exceso y el asiento es especialmente cómodo, sin duda uno de los puntos con mejor nota de toda la moto, bien mullido y con un tacto fantástico.

Los 185 kg en seco de la Royal Enfield Himalayan se notan a la hora de buscar cambios de inclinación rápidos, especialmente porque buena parte del peso se encuentra sobre el tren delantero. El depósito echado hacia delante así como las protecciones de sus laterales y la robusta horquilla convencional de 41 mm pasan factura.

Se nota cierta pereza a la hora de tumbarla pero especialmente cuando queremos enlazar una curva con otra. Incluso la dirección tiende a flanear al pasar sobre las típicas serpientes de alquitrán tan presentes en nuestras carreteras.

A la hora de frenar pasa un poco lo mismo. El conjunto compuesto por un disco simple de 300 mm con pinza de dos pistones y un disco trasero de 240 mm con pinza de simple pistón son suficientes para detener la moto en un espacio razonable, aunque con pasajero o equipaje quizá sean un poco justos.

Dualidad fuera de carretera

Saliendo del asfalto para hacer incursiones por caminos y pistas la Himalayan se comporta como lo que es: una moto todoterreno. La trail de aspecto recio tiene en lo marrón su mejor aliado y nos demuestra que su radio de acción va mucho más allá de las carreteras con asfalto en perfecto estado.

Como dijimos antes no es una moto ligera, pero sí es una moto que por su contenido tamaño se deja llevar muy bien entre piedras y raíces. Olvídate de hacer una crono a ritmo desorbitado, pero sí que su capacidad para digerir baches sin hacer tope y la menor importancia del motor en zonas complicadas confieren un plus de disfrute offroad.

La postura es correcta para conducirla de pie. El manillar quizá sea un poco bajo, aunque no demasiado, las estriberas están en una posición correcta y el depósito se puede abrazar bien con las rodillas. El único punto criticable es la zona del chasis donde anclamos con los tobillos, cuyas formas anchas no acaban de convencer.

El sistema de frenos ABS no es desconectable, pero bajo el asiento queda muy accesible el fusible del antibloqueo, así que para alguien que vaya a hacer pistas de forma habitual recomendamos quitarlo o de lo contrario tendremos una capacidad de frenada sobre tierra muy mermada al ser bastante intrusivo.

Royal Enfield Himalayan: trail puro

En resumidas cuentas, la Royal Enfield Himalayan es una moto que te ofrece justo lo que ves. No pretende aparentar ser otra cosa más que una moto trail amable, fiable y fácil de llevar en cualquier situación, tanto dentro como fuera de carretera.

Su precio de 4.395 euros, muy competitivo, es una invitación a todos aquellos motoristas que quieren viajar. Simplemente viajar, repetimos, y es que muchas veces creemos que necesitamos más equipamiento o más prestaciones para llegar más lejos y no es así. Los verdaderos viajes, los que nos marcan de verdad, son aquellos en los que nos imbuimos en el entorno sin preocuparnos por nada que no sea hacer fotos mentales a nuestro paso.

Es cierto que hay detalles por pulir como el anticorrosión aplicado en puntos interiores del escape a brocha, pero la Himalayan es una lanza rota en favor de esos viajes despreocupados, sencillos, intensos... aventura de verdad en pocas palabras a un precio más que contenido y que no tiene competencia directa, menos aún valorando la relación calidad precio para una moto con la que puedes hacer de todo.

Royal Enfield Himalayan 2018 - Valoración

6.3

Motor 6
Vibraciones 6
Cambio 7
Estabilidad 7
Agilidad 5
Suspensión delantera 7
Suspensión trasera 6
Freno delantero 6
Freno trasero 6
Comodidad piloto 7
Comodidad pasajero N/A
Consumo N/A
Acabados 6
Estética 7

A favor

  • Facilidad de uso
  • Altura al suelo
  • Suavidad general
  • Polivalencia

En contra

  • Detalles de acabados poco pulidos
  • Estirada del motor casi nula
  • Frenos justos
  • Peso tren delantero elevado

Royal Enfield Himalayan 2018 - Ficha técnica

MOTOR
Tipo Monocilíndrico refrigerado por aire, cuatro tiempos
Distribución SOHC
Cilindrada 411 cc
Diámetro x Carrera 78 mm x 86 mm
Relación de compresión 9,5:1
Potencia máxima declarada 24,5 cv a 6.500 rpm
Par máximo declarado 32 Nm a 4.500 rpm
Alimentación Carburador
Encendido Electrónico
Arranque Eléctrico
TRANSMISIÓN
Transmisión secundaria Cadena
Caja de cambios Cinco velocidades
Embrague Cable
CHASIS
Tipo Doble cuna de acero
Basculante Doble brazo de acero
Suspensión delantera Horquilla telescópicade 41 mm con 200 mm de recorrido
Suspensión trasera Monoamortiguador con 180 mm de recorrido
Rueda delantera 90/90-21“
Rueda trasera 120/90-17“
Freno delantero Disco de 300 mm con pinza flotante de dos pistones
Freno trasero Disco de 240 mm con pinza flotante de pistón simple
Dimensiones y pesos
Longitud 2.190 mm
Altura 1.360 mm
Anchura 840 mm
Distancia entre ejes 1.465 mm
Altura del asiento 800 mm
Peso en vacío 185 kg
Capacidad depósito 15 litros
Precio 4.395 euros

Nota:
Los gastos para acudir a la presentación de la Royal Enfield Himalayan han sido asumidos por Royal Enfield. Para más información, consulte nuestra política de relaciones con empresas. El equipamiento utilizado durante la prueba ha sido: Casco Icon Variant, botas Rev'It! Discovery Outdry, guantes Rev'It! Summit H2O, traje Rev'It! Sand 3 y camiseta interior térmica Tucano Urbano Igloo.

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