Se ha retirado una de las leyendas japonesas de las motos que nos regaló uno de los vídeos más épicos de la historia. Y también una Honda CBR muy especial

Ryuichi Kiyonari se despide a los 43 años dejando tres títulos del BSB, cuatro victorias en Suzuka y un estilo inolvidable bajo la lluvia

John Fernández

Se ha bajado del escenario uno de esos pilotos japoneses que no se entienden solo por palmarés. Ryuichi Kiyonari ha anunciado su retirada a los 43 años y, con ella, se cierra una carrera que dejó títulos, victorias y una de las imágenes más recordadas del motociclismo moderno...

Aquel baile imposible sobre el asfalto mojado de Donington Park, en 2008, subido a una Honda que parecía flotar más que rodar.

La retirada de Kiyonari cierra una era muy particular del motociclismo japonés y de Honda

Kiyonari llegó a la velocidad desde el motocross, se curtió en el campeonato japonés y en 2002 se proclamó campeón del All Japan ST600. Ese título le abrió de golpe la puerta del Mundial: Honda le llamó para sustituir a Daijiro Kato tras su muerte en Suzuka y debutó en MotoGP, cerrando aquella temporada en la vigésima posición. No fue su sitio definitivo, pero sí el inicio de una trayectoria marcada por la fidelidad a Honda y por un carácter muy particular en pista.

Su leyenda se construyó de verdad en el British Superbike. Tres títulos (2006, 2007 y 2010) en un campeonato tan físico como imprevisible, y un dominio en condiciones complicadas que acabó siendo su sello. A eso se suman cuatro victorias en las 8 Horas de Suzuka, compartiendo box con nombres como Carlos Checa o Takaaki Nakagami, y triunfos puntuales en el Mundial de Superbikes.

Pero si hay una imagen que explica por qué Kiyonari no fue un piloto más es aquella danza sobre el agua en Donington: un ejercicio de equilibrio y control que todavía hoy circula como uno de los vídeos más hipnóticos de la historia reciente de las motos.

Y es imposible separar esa etapa de Honda y de ciertas motos que ya forman parte del imaginario colectivo. Una de ellas fue la CBR600RR con los colores HANNspree Ten Kate, una edición especial presentada en 2007 como homenaje al equipo holandés.

No era una CBR cualquiera: vestía el diseño con el que Ten Kate arrasaba en Supersport, la misma estructura con la que Kenan Sofuoglu se proclamó campeón del mundo ese año y con la que el equipo encadenó seis títulos consecutivos sumando la etapa de la CBR600F. Vermeulen, Muggeridge, Charpentier… nombres propios que dieron forma a una era muy concreta del motociclismo de producción.

Aquella CBR600RR HANNspree no era solo una decoración llamativa; representaba una forma de entender la competición y la calle como vasos comunicantes. La misma filosofía que acompañó a pilotos como Kiyonari: talento puro, fidelidad a una marca y momentos que van mucho más allá de una tabla de resultados.

Hoy Kiyonari se retira sin estridencias, pero dejando detrás algo más difícil de conseguir que títulos. Una imagen grabada a fuego en la memoria colectiva y el recuerdo de una Honda muy especial que, para muchos, sigue siendo sinónimo de una de las épocas más auténticas del Superbikes moderno.

Imágenes | Honda, WSBK

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