Las motos camufladas de la DGT son la última incorporación de la Guardia Civil para multar a los conductores imprudentes

La Dirección General de Tráfico sigue preocupada por la seguridad de todos los moteros cuando se desplazan por carretera. Para evitar que los accidentes y las cifras de mortalidad sigan elevándose, especialmente los findes de semana, el órgano regulado por Pere Navarro está trabajando en diferentes estrategias que permitan cazar a los infractores en el acto.

Una de estas nuevas técnicas se trata de camuflar motocicletas entre el público con el objetivo de frenar conductas inadecuadas en diferentes puntos estratégicos de nuestras carreteras. Actualmente están operando en Pontevedra pero se espera que llegue al resto de comunidades.

Una estrategia para evitar tragedias

Según los últimos datos publicados por la Dirección General de Tráfico (DGT), en lo que llevamos de año ya han fallecido 49 motoristas en carretera durante los fines de semana. Un dato que ya sirvió al organismo para crear una campaña especial de vigilancia el pasado 6 de mayo.

Esta campaña buscaba reducir los siniestros mortales de este tipo de vehículos a través de una intensificación de los recursos en determinados puntos de la Península, comprobando que las normas de tráfico se cumplían correctamente.

Sin embargo, esta estrategia no ha sido suficiente para la DGT, pese a que aquél fin de semana se saldó con 963 denuncias, sobre un total de 25.884 motocicletas controladas. Ahora están buscando nuevas fórmulas para que la vigilancia sea más efectiva. Uno de los últimos sistemas que ha probado, según ha publicado La Vanguardia, ha sido el control del tráfico a través de  motocicletas de gran cilindrada camufladas con agentes vestidos de paisano.

Este planteamiento, de momento sólo ha sido detectado en Galicia, concretamente en Pontevedra, aunque como informa el diario podría extenderse al resto de comunidades. El objetivo que busca esta medida es frenar las conductas inadecuadas del colectivo motero: "Realizamos este tipo de vigilancia puntualmente cuando nos lo ordenan nuestros superiores, confirmaba un miembro de la Agrupación de Tráfico de Pontevedra en conversaciones telefónicas con La Vanguardia. "Las labores de vigilancia tienen lugar en carreteras convencionales que son las que concentran el mayor número de accidentes mortales", añadía el agente.

Y es que es un hecho que la suma de motoristas en carreteras convencionales durante los fines de semana es una operación que entraña una elevada peligrosidad. Con los datos registrados hasta el 4 de mayo, de las 361 personas fallecidas en accidentes de tráfico, 71 eran motoristas (20%) y de ellos, el 83% fallecieron en carreteras convencionales (59 motoristas). Porcentaje que se ha visto elevado durante el mes de abril gracias a la llegada del buen tiempo.

En la última campaña anteriormente descrita, de los 20.102 controles que se realizaron en este tipo de vías, la infracción más numerosa continúa siendo el exceso de velocidad, con 290 denuncias formuladas, seguida a gran distancia de otras como el uso de silenciadores (88 denuncias formuladas), carecer de la ITV en vigor (84 denuncias formuladas) y 28 por adelantamientos antirreglamentarios.

Un método casi indetectable

Para llevar a cabo esta vigilancia, la Guardia Civil de Pontevedra cuenta con dos motos de gran cilindrada con las que los agentes circulan de paisano, pasando totalmente desapercibidos por el resto de conductores, y prestando especial atención a los motoristas. Cuando detectan una infracción lo adelantan y le hacen indicaciones para que se detenga en el arcén.

Una vez parado, el Guardia Civil se pone un chaleco reflectante reglamentario donde consta la inscripción del cuerpo, mostrándole al infractor la documentación que lo acredita como miembro de la Benemérita. Los infractores suelen llevarse una desagradable sorpresa al no saber que estaban siendo controlados. "Aunque principalmente nuestra labor es controlar a los conductores de motocicleta estamos obligados también a vigilar al resto de vehículos para garantizar la seguridad en la carretera", afirmaba el agente al diario.

En junio de 2020 la red de conductores SocialDrive ya informó acerca de esta técnica a través de su cuenta de Twitter. En él iban un paso más allá, mostrando las localizaciones habituales donde se ejercían este tipo de vigilancias y revelando el modelo de las motos, que en teoría eran una Honda ST 1300 de color negro y una BMW R1150 RT de color gris. Así mismo advertían que los agentes en esta ocasión si iban uniformados completamente.

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