Unos rusos han fusilado la Vespa al estilo soviético. Tiene un motor diésel que suena como un tractor, pero realmente es un scooter

Imagina un cruce bastardo entre una Vespa de posguerra y un avión de combate oxidado. Su silueta parece esculpida por un ingeniero loco que leyó demasiadas novelas de ciencia ficción soviética. Es grande. Es raro. Y en su interior late un motor que nada tiene que ver con una moto: un motor diésel V4 de 1.200 cc, nacido del ZAZ 968, aquel cochecillo del Este que parecía un tracto.

Pues es la obra de un ruso. Probablemente sea el scooter más surrealista al que se ha dado vida en los últimos años. Su nombre ya nos indica que estamos ante una especie rara en extinción: es el scooter "Dieselpunk".

Y se supone que acabará llegando a producción

Kirill, el alquimista al mando de Saint Peter's Builds, ha dado vida a este monstruo mecánico en su taller bajo techo en Biker’s World. Nada de planos raros, todo lo que ves lo ha hecho este ruso a mano, incluso esas redondeadas formas como la cápsula espacial que se supone que imita el retrofuturismo militar. O eso dice él.

Realmente está inspirada en la forma clásicas de las Vespa y Lambretta, pero con su particular (muy particular) estilo que mezcla coches y motos clásicos. También el motor, un V4 diésel de 1.200 cc y unos pocos ambiciosos 50 CV de potencia que hacen el invento aún más surrealista.

El motor, refrigerado por aire y de aspecto brutalista, emerge justo delante del piloto a lo bóxer de BMW, pero en versión diésel. Los cilindros laterales sobresalen como alas truncadas, y el escape es también artesanal, y muy curioso.

Por otra parte, nada de marchas tradicionales ni cajas de cambios manuales: en lugar de la caja de cuatro marchas que debería acompañar a ese motor, este engendro llevará una CVT que ojo, su autor ha sacado directamente de una moto de nieve, conectada por ejes y cadenas como si fuera un reloj industrial soviético. Curioso.

Por ahora, ruge, vibra y se prueba. Lo que ves es a lo que ha llegado su autor, pero no ha avanzado más. No sabemos cuándo llegará a producción si es que termina llegando, y a ver a quién le interesa semajante mastodonte, y en versión diésel, algo raro en las motos. Pero sí sabemos que existe. Que respira humo y gasoil. Y que es la versión mecánica de una distopía soñada. Un scooter que no tiene sentido. Y por eso mismo, mola.

Imágenes | Saint Peter's Builds