Moto22 en la competición: las BBQ series (3/3)

Llega el gran día. Comenzamos en el box decidiendo en qué orden y con qué moto disputaremos las mangas. Debido a que una de las Buell debía quedar reservada como segunda moto por si alguno del resto de los participantes tuviese problemas, voy a disputar las dos mangas a los mandos de la Harley Davidson XR1200. Por una parte mejor, pues es con la que más he rodado. Pero por otro lado, me gustaría haber dado más vueltas con las Buell y así poder extraer conclusiones.

Hace mucho frío pero por suerte no llueve. Ayer por la tarde el líquido elemento hizo acto de presencia y, desde la ventana del hotel, estaba un poco, digamos, "acongojado", por si tenía que correr en mojado. Pero bueno, al final, y pese a alguna nube amenazante, la carrera se disputará en seco.

Vuelta de formación de parrilla y allí tengo a la gente de ATP esperándome. El safety car pisándomelo los talones. Eso pasa por salir el penúltimo, si es que... Cartel de tres minutos, se quitan los calentadores y los caballetes. Dos minutos y todo el mundo fuera de la parrilla. Ladies and gentleman, start your engines. Ahora hay que centrarse en calentar bien las ruedas, durante esta última vuelta. Unas cuantas apuradas de frenada y acelerones, y poco a poco van cogiendo la temperatura.

Semáforo en rojo, y entre dos y cinco segundos después se apagará. Motor a medio régimen, soltamos el embrague hasta notar que engancha y... ¡verde! Sorprendentemente salgo como un avión y a final de recta gano tres puestos. Eso si, llegamos a la curva Doohan los quince en un pañuelo, y por mi cerebro pasa el recuerdo de que yo no me juego nada, así que intento trazar si molestar y sin meter la rueda a nadie.

Primera vuelta y ya se han definido los grupos. Yo me encuentro en un grupo de cuatro, con Lalo, Alvo, y Josep. Menos Alvo, el resto tienen un ritmo más alto que el mío, y en cuanto consiguen ponerse los primeros de grupo, poco a poco nos van metiendo metros. ¡Vaya! Parece que voy a tener una bonita pelea. Poco a poco empiezo a rodar cada vez más rápido. Y a la vez, me doy cuenta que la moto, a 4.000 vueltas, falla. Es la misma sensación que si estuviera fría, pues empieza a ratear durante un segundo y luego acelera normalmente. Alvo es mucho más rápido que yo en las dos rectas. Incluso una vuelta que lo había superado, me funde en meta. Sin embargo, mi paso por curva es más rápido, y le recupero, pero me hace ir con la lengua fuera en la zona virada.

Última vuelta y lo intento todo, pero Alvo es perro viejo y me tapa todos los huecos. En fin, he salido el decimocuarto y llegado el decimocuarto, no podrán decirme que no soy regular. Veremos en la segunda carrera y si he mejorado algo. Aprovecho para comentar a la gente de ATP el problema de la moto, y van a reconfigurar la inyección para la segunda carrera. En cuanto a los tiempos por vuelta, he hecho la vuelta rápida en la última, 2:02, por lo que he bajado cinco segundos desde los cronometrados de ayer. No está del todo mal. Mi barrera psicológica de los dos minutos está más cerca.

En el descanso de las carreras, hay que llenar el estómago, y que mejor que hacerlo con una barbacoa. Pero no, estamos en Valencia, así que es tiempo de paella, y estaba muy buena. También hay que beber bastante, para recuperar líquidos de cara a la segunda carrera.

Y a eso vamos, a la segunda carrera, en la que vuelvo a salir muy bien, tan bien que pienso que me he saltado la salida. Además, he hecho una pequeña apuesta con el jefe de ATP, José Nievas, que es quien me saca la pizarra. Como en la anterior carrera se ha pasado diez vueltas marcándome 2:03-2:02 y puesto 14, le he dicho que voy a intentar que trabaje un poco y tenga que cambiar el tiempo y el puesto. Pero esta vez, lo tengo más complicado. Lalo y Alvo ruedan un segundo más rápido que yo y para encima, la moto ahora falla a 5.000 vueltas, en el régimen donde practicamente siempre abro gas, por lo que pierdo terreno poco a poco.

Toca rodar sólo, pero eso si, constante utilizando de referencia la pizarra. Cada vez voy más a gusto sobre la moto, y la bota y la estribera empiezan a dar también en el suelo. Y tan contento voy que saliendo de Doohan casi siniestro la moto a los hombres de Harley. Entre que abrí antes y que el neumático ya no estaba para alegrías (disputamos las dos mangas con los mismos), casi salgo por orejas. Menos mal que el supermotard es una buena escuela y consigo controlarla bastante bien.

Bandera a cuadros y acabo el decimotercero, con una mejor vuelta en la penúltima de 2:01. Jejeje, he ganado la apuesta. Pero bueno, hay que decirlo todo, he quedado el 13 porque han sacado bandera negra a un piloto.

Se acaba el fin de semana. Un fin de semana inolvidable. Y que mejor manera que una foto de familia para recordarlo. Una foto para agradecer los cuidados que me brindaron todos: la gente de ATP (José Nievas, Oscar Giraldo, César García, Luís Ramos, Jordi Sánchez y Quim Corbera); la gente de Harley Davidson (Sergi, Carmen y Albert), Rebeca de ITB que me organizó el viaje y a los compañeros de box David Remon, Oscar Güell y Josep Bartual.

Fotos | Harley Davidson En Moto 22 | Moto22 en la competición: las BBQ series (1/3), (2/3)

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