Honda ha patentado la moto más radical y rara de toda la historia. Es como una nave espacial con ruedas, y tiene que ver mucho con China

Honda ha patentado algo que, sin exagerar, entra directamente en la categoría de las motos más raras y radicales que ha imaginado nunca. No porque sea extrema en cifras o prestaciones (de eso no sabemos nada, todavía), sino por lo que representa: una moto eléctrica con un diseño tan poco convencional que cuesta encajarla en cualquier familia conocida de la marca.

El punto de partida es un registro de diseño industrial presentado por Honda en marzo de 2025. A simple vista parece un ejercicio de estilo, pero al rascar un poco aparece una moto completa, coherente en su planteamiento… Y muy extraña en su ejecución.

La moto eléctrica más radical y extraña que ha diseñado Honda

Lo primero que llama la atención es que aquí no hay concesiones a la tradición. Nada de motor visible, nada de escape, nada de artificios para "parecer" una moto de combustión. Es eléctrica y no lo esconde. Transmisión por correa, basculante monobrazo, ruedas de diseño poco habitual, ausencia total de espejos y, muy probablemente, también de intermitentes tal y como los entendemos hoy. Tampoco hay pedal de cambio ni de freno trasero: el control se concentra en las manetas, con la izquierda dedicada al freno.

El conjunto recuerda más a un prototipo de laboratorio que a un producto pensado para una línea de montaje... Pero está patentado, y es lo raro. Incluso detalles como el supuesto puerto de carga situado en la parte superior (donde tradicionalmente estaría el depósito) refuerzan esa sensación de objeto experimental. Hay instrumentación, sí, pero todo lo demás parece diseñado desde cero, sin reutilizar soluciones de otros modelos eléctricos de la marca.

En cuanto a la arquitectura, la similitud con la WN7 es evidente: batería central, motor integrado y un planteamiento muy compacto. No es casualidad. Este diseño encaja con la estrategia que Honda lleva tiempo probando en Asia, donde la electrificación va por caminos distintos a los europeos. De hecho, el propio registro deja una pista clara: de los cuatro diseñadores acreditados, tres son chinos y solo uno japonés. Difícil no leer ahí un enfoque claramente orientado al mercado chino.

Durante unos días hubo dudas razonables sobre su naturaleza. ¿Concepto interno? ¿Ejercicio de diseño sin intención comercial? ¿Algo que nunca vería la luz? La respuesta llegó rápido: este modelo ya había sido presentado públicamente como concept bike en el Salón del Automóvil de Pekín 2025. No era un proyecto secreto ni una idea abandonada en un cajón, sino un prototipo mostrado al público… Del que casi nadie se había enterado aquí.

¿Veremos algo así en producción? Todo apunta a que no, al menos no tal cual. No hay elementos especialmente rompederos a nivel técnico y su planteamiento parece más exploratorio que comercial. Pero como declaración de intenciones es potente: Honda está dispuesta a replantearse desde cero qué es una moto cuando el motor desaparece.

Imágenes | Honda

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