Mal día para ser motero, fantástico día para los hooligans (Carta abierta tras el GP de Malasia)

Hoy, tras el Gran Premio de Malasia, siento que es un mal día para ser motero, o al menos para ser aficionado a las carreras de motos. Pero hablo de aficionados de verdad, de esos que reconocemos el mérito de todos y cada uno de los pilotos que se juegan la vida cada vez que salen a un circuito a dar el máximo de sí mismos.

En cambio hoy es un gradísimo día para todos aquellos que llevan tiempo intentando convertir el motociclismo en una vorágine de fanáticos embravecidos desde la ignorancia y el desconocimiento. Para todos esos aficionados que, incluso dentro de esta página, se han dedicado a descalificar a pilotos o decir que merecen las lesiones. Para todos esos medios que tirando de amarillismo han hecho lo posible por incendiar las redes sociales tratando de rascar un puñado de visitas.

La carrera de la polémica sobrevenida

La que podría haber sido otra gran carrera, aunque quizá no tan épica como la de Australia de la semana pasada, con una actuación perfecta de Dani Pedrosa que está haciendo un final de temporada impresionante, con otra carrera sin errores de Jorge Lorenzo luchando con pundonor por cada punto, con un nuevo gran resultado de Danilo Pretrucci acabando sexto, se ha convertido en una carrera para olvidar.

Y todo por ese peligroso juego psicológico al que tanto le gusta a Rossi y que sólo termina desmereciendo las actuaciones en pista, no sólo suyas sino, como hemos visto hoy, de todos los pilotos. Un juego que gusta mucho en internet polemizando más de la cuenta y que podría haberle costado aún más caro al italiano si Dirección de Carrera hubiera hecho su trabajo, o si a Marc Márquez se le hubieran cruzado tanto los cables como a él.

Desde el jueves en la rueda de prensa, Rossi empezó a equivocarse al intentar crear polémica para meter motos entre él y Lorenzo, pero lo que ha conseguido es calentar a quien no debía. Todos sabemos cómo es Márquez, pero hoy el de Honda no ha buscado el contacto, ha adelantado agresivo pero limpio. ¿A caso esperaba que le iba a dejar al pista libre? No defiendo la actuación de Márquez, sólo analizo el tiro por la culata que le ha salido a Rossi. O no, porque tan mal no le ha salido al final.

Creo que a nadie le sorprende que las cosas hayan acabado así. Era de esperar que incendiar los ánimos trajese concecuencias, pero lo triste ha sido cómo

Pero esto va más allá de una maniobra. También los efectos llegan fuera de la pista, porque llevamos todo el fin de semana viendo cómo en cada aparición de Lorenzo el público le abucheaba hasta al llegar al parque cerrado tras una impecable carrera y terminar abandonando un merecido podio entre los gritos y pitos del público. Una imagen lamentable promovida por el fanatismo que se está adueñando de unas gradas superpobladas de "aficionados" que saben tanto de motociclismo y deportividad como un tronista sabe de metafísica.

En Malasia hemos tenido una carrera donde un mito viviente ha mostrado la peor de sus caras perdiendo los nervios y, lo peor de todo, queriendo tomar a todos por estúpidos o invidentes diciendo en sus declaraciones que fue Márquez quién impactó contra su moto, abandonando el circuito tras la reunión con Dirección de Carrera y sin comparecer en la rueda de prensa.

Valentino Rossi:

Desafortunadamente he perdido mucho tiempo luchando con Marc. En la curva 14 he intentado abrirme para coger una trazada mejor para que él frenase un poco porque Marc estaba pilotando sólo para molestarme y crearme problemas. Por mala suerte él ha venido hacia mí y pienso que chocó contra mí.

Es una pena porque creo que en una carrera normal podríamos haber luchado con Jorge y así hemos perdido algunos puntos. En Valencia será aún más difícil.

Un percedente peligroso

Dirección de Carrera por su parte, ese organismo encargado de mantener la paz tanto en el paddock como en la pista, ha dejado claro que una acción antideportiva que pone en riesgo la vida de otro piloto, precisamente en una pista donde nos llenamos la boca recordando año tras año a otro piloto caído, ha llamado a los dos pilotos implicados en el incidente después de terminar la prueba.

La decisión ha tardado más de la cuenta en llegar y finalmente la sanción se ha limitado a dar a Valentino Rossi tres puntos en el carnet de piloto, los que sumados a otro que ya tenía previamente le hacen salir último desde la parrilla de salida del Gran Premio de Valencia dentro de dos semanas. Una decisión escueta en comparación con la facilidad que últimamente demuestran repartiendo sanciones en los entrenamientos de Moto3 y que sienta una jurisprudencia muy peligrosa ahora que sabemos que tirar a un piloto deliberadamente sólo cuesta tres puntos.

Dirección de Carrera ha demostrado una actitud endeble supeditada a los intereses mediáticos y a las diferencias ente los pilotos implicados

Por todo esto, este domingo me siento profundamente avergonzado. Quizá por haber sido siempre rossista, quizá por haber defendido durante toda la temporada que el italiano merecía su décimo título mundial, quizá por ser un aficionado de verdad que piensa que acciones como la de hoy merecen sanciones ejemplarizantes que Dirección de Carrera se ha ahorrado en beneficio del espectáculo para Dorna o quizá por, aun no gustándome Lorenzo, ver absolutamente imperdonable el trato que ha recibido en Malasia.

O quizá también por ver la poco profesional reacción de parte del staff de Rossi en el box tras la caída de Márquez o escuchar esas voces que se han alzado diciendo que Márquez se lo estaba buscando y se lo había ganado. Supongo que esas voces no ven mal (o ni siquiera han visto) que el pie de un piloto presione la maneta de freno de otro y provoque un caída.

¡Felicidades! Entre todos habéis conseguido que esto ya sea como un partido de fútbol de una liga infantil donde los padres de los niños insultan al árbitro o al entrenador (muchas veces ambas figuras también de edad joven) de forma gratuita para deleite de sus egos frustrados y bochorno de sus propios hijos o de cualquier presente con un poco de sentido común.

Nuestro idolatrado motociclismo se nos está yendo a la mierda ensombrecido por el márketing, los hooliganismos, las cifras de ventas de merchandising y los derechos de emisión. Se nos está olvidando lo importante: los pilotos, su pilotaje y, sobre todo, el honor dentro y fuera de la pista.

Enhorabuena a Dani Pedrosa por su gran recuperación y su fenomenal actuación durante la última parte de la temporada. Enhorabuena también a Jorge Lorenzo por otra carrera sin errores. Enhorabuena a todos los pilotos que mantienen actuaciones deportivamente impecables.

Para mí, lo de hoy, ha sido un cúmulo de decepciones que me deja con un sentimiento de desencanto que no me imaginaba que lo pudiera producir el motociclismo.

Fotos | Repsol Media, Movistar Yamaha
En Motorpasión Moto | GP Malasia

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