"Si encuentro una pieza más barata en China, la compro allí". Los nuevos dueños de KTM tienen un plan para rescatar la marca

Si hace apenas un año KTM se tambaleaba al borde del colapso financiero, hoy su futuro inmediato empieza a redefinirse. Gottfried Neumeister, CEO de KTM, ha detallado en una entrevista con MOTORRAD cómo será la nueva etapa de la marca tras uno de los periodos más convulsos de su historia reciente.

La inversión india, el futuro de la producción (que Bajaj decía que no sería Europa pero ahora KTM dice que sí, que se queda en Austria), la confianza de los clientes, las piezas chinas… Esto es todo lo que ha dicho el CEO de la marca austriaca de motos.

De la deuda de 1.800 millones a un nuevo comienzo

El primer punto clave es la propiedad: "Bajaj adquirirá el 100% de las acciones de Stefan Pierer", confirma Neumeister. A falta de las últimas aprobaciones regulatorias en seis países, el gigante indio pasará a controlar el 75% de KTM a través de Pierer AG, mientras el 25 % restante quedará en manos de otros inversores. En sus palabras, el cierre definitivo debería llegar "antes de que finalice este año".

Con ese respaldo, Bajaj ha inyectado 800 millones de euros que han permitido a KTM saldar gran parte de su deuda: "Utilizamos 600 millones para pagar deudas antiguas. 200 millones se destinaron a la reanudación. Hace un año teníamos una deuda de 1.800 millones de euros", reconoce. El objetivo, según el propio CEO, es claro:” dejar atrás las promesas incumplidas” y volver a construir desde bases sólidas.

La nueva KTM se apoya en un principio: simplificación y enfoque: "Nuestra prioridad es centrarnos en el mercado de motos, no en el de bicicletas", explica Neumeister. El grupo ha cortado amarras con MV Agusta, ha puesto punto final al proyecto X-Bow y ha renunciado a la distribución de CFMoto, aunque mantendrá su colaboración industrial en China. En palabras del CEO, "teníamos MV Agusta, CFMoto, GasGas, Husqvarna y KTM. En su apogeo, eso equivalía a 52 campañas diferentes. Es casi imposible mantener el enfoque en las ventas".

Ese recorte estructural se traduce también en la fábrica: adiós al doble turno de montaje. "Antes teníamos una operación de dos turnos en Austria. A plena capacidad, eso eran 220.000 motos al año. Ahora hemos reducido la operación a un solo turno", confirma Neumeister. El nuevo objetivo es producir 110.000 motos en Austria en 2026, y unas 50.000 en 2025, con el resto procedente de los socios internacionales. "Antes de la insolvencia teníamos 270.000 motocicletas en stock; 200.000 estaban en manos de concesionarios. Ahora necesitamos paciencia. Y el coraje de no realizar estas ventas", reconoce.

El ajuste será doloroso: KTM no espera beneficios operativos hasta 2027, aunque prevé un resultado positivo puntual en 2025 gracias a la reestructuración: "El objetivo es convertir los inventarios en efectivo y lograr un flujo de caja positivo. Primero debemos satisfacer a nuestros clientes y mejorar la calidad. El resto vendrá de ahí".

En cuanto al futuro industrial, Neumeisterse muestra prudente pero firme. "El objetivo claro sigue siendo mantener la producción en Austria. Esto también dependerá de las condiciones marco sobre las que ninguno de nosotros puede influir". Aun así, admite que la globalización productiva es inevitable: "Hago lo mejor para KTM, no para nadie más. Y si consigo una pieza más barata en China, la compro allí y no en India". Y eso que el jefazo de Bajaj dijo hace poco que "la fabricación europea está muerta"; no para el actual CEO, parece.

En medio de un sector europeo tensionado y con el respaldo financiero de Bajaj, KTM busca recuperar su esencia: motos puras, deportivas y centradas en lo que la hizo grande. "Lo importante ahora es volver a nuestras raíces, recordar lo que nos hizo grandes y fuertes, y dejar fuera todo lo que no sea nuestro foco", resume el CEO.

Imágenes | KTM, Bajaj

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