Triumph Street Triple, prueba (características y curiosidades)

Como bien adivinasteis la semana pasada, la última semana del 2011 me la pasé a lomos de una Triumph Street Triple. Un modelo que ya había pasado por nuestra redacción, en este caso en abril del 2008 de la mano de nuestro compañero Luis, justo un mes antes de que empezase a escribir aquí. Por aquel entonces, la Triumph Street Triple era absoluta novedad en el mercado y ahora, tres años y medio después, volvemos a pasarla bajo nuestra lupa para contaros todos sus secretos.

Aunque sigue manteniendo su doble óptica delantera, muchas gente, entre los que me incluyo, sienten que la Triumph Street Triple ha perdido algo de la esencia que tenía al perder sus faros redondos y cromados por otros de formas más orgánicas. Pero esa será únicamente la disculpa que puedas sacar para decir que la moto no te gusta porque en cuanto al resto, te dejará enamorado irremediablemente. No había tenido la suerte de probar el modelo anterior, pero si su hermana menor mayor, la Triumph Speed Triple, y ya por entonces me causo una magnífica impresión. ¿Estará también a la altura?

Triumph Street Triple: Motor tricilíndrico

Algo tienen los motores tricilíndricos cuando Triumph se empeña en seguir evolucionándolos y montándolos en sus motos. Es su seña de identidad y en este caso, el tricilíndrico en línea de 675cc proporciona una potencia de 95 CV ya que hablamos de la versión normal de la Triumph Street Triple, preparada para ser conducida con el carnet A2. Pierde once caballos respecto a la Triumph Steet Triple R aunque como veremos, en la práctica, tampoco es que los echemos mucho de menos.

La máxima potencia la entrega bastante arriba, no tanto como un tetracilíndrico pero casi, exactamente a 11.700 vueltas mientras que el par motor y bastante generoso para ser una moto de cilindrada media, 68 Nm a 9.200 vueltas aunque a menos revoluciones el motor siempre se siente muy lleno, como veremos.

Triumph Street Triple: Parte de ciclo equilibrada

El chasis de la Triumph Street Triple es un doble viga de aluminio, al igual que el basculante, con esa forma sello de identidad de los modelos "Triple" y acabado en color negro y arenoso al tacto. Tanto delante como detrás se anclan la amortiguación de la marca Kayaba. La horquilla, sin posibilidad de regulación y el amortiguador, con ajuste en precarga.

El equipo de frenos también es muy sencillo: delante dos discos de 308 mm mordidos por pinzas Nissin de dos pistones y detrás un disco de 220 mm con una pinza de un sólo pistón. La bomba de freno delantera también es de tipo convencional, es decir, axial.

En una época en la que si no tienes unas suspensiones híper-regulables y unos frenos completamente radiales, me sorprendió Triumph montando una parte de ciclo aparentemente muy sencilla. ¿Estaría a la altura del motor?

Triumph Street Triple: No nos esconde ninguno de sus secretos

Una de las mayores dificultades que tienen las naked a la hora de ser diseñadas, es que la falta de carenados impide esconder todo el cableado de furtivas miradas. En el caso de la Triumph Street Triple, todo está a la vista pero perfectamente rematado.

Una vez a los mandos, apreciamos delante de nosotros un compacto cuadro de instrumentos pero muy completo, presidido por el cuentarrevoluciones analógico situado a la derecha. En su interior se sitúan los chivatos típicos mientras que en la parte superior, seis LED azules configurables nos avisan del momento óptimo del cambio.

A la izquierda disponemos de una pantalla digital muy completa, con la hora, temperatura, velocidad, marcha engranada y datos del ordenador del a bordo en dos parciales diferenciados, tales como consumo instantáneo, medio, tiempo de utilización, etc. El total de kilómetros recorridos se puede consultar o bien en parado desde el menú de configuración, o lo podremos ver durante unos segundos cuando arrancamos la moto.

Los botones para el manejo están situados a la izquierda de la propia pantalla y a partir de 45 km/h aproximadamente, dejan de estar operativos para evitar que conduzcamos toqueteando los botones y podamos despistarnos. Por último, disponemos de un modo cronómetro, ideal si nos metemos en circuito en el que podremos cronometrarnos tan solo pulsando el botón de arranque.

Ahora que ya sabemos prácticamente todas las curiosidades de la Trimph Steet Triple, es hora de subirse a ella y pasar a la parte divertida, esa que nos gusta tanto hacer con la ropa puesta. Pero para eso, tendremos que esperar a mañana.

Continuará...

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