Ducati 1199 Panigale S, prueba (características y curiosidades)

Lo primero es lo primero, así que felicitemos a nuestros amigos Snorri y adrianrastafari que han sido los afortunados ganadores de un ciber-gallifante por acertar la adivinanza que os propuse el viernes, aunque no del todo.

Esta semana os traemos una prueba muy especial por dos motivos, el primero por ser mi primera prueba dinámica como editor de Motorpasión Moto, y el segundo por ser uno de los modelos más impresionantes y avanzados de la industria motociclística mundial hasta la fecha, la imponente Ducati 1199 Panigale S. Para resumirla en pocas palabras diremos que es un asombroso compendio tecnológico unido a una estampa que sólo puede salir de la mente de diseñadores italianos. Ya la teníamos ganas.

En la entrega de hoy vamos a hacer un pequeño, o no tan pequeño, repaso sobre las características técnicas de esta motocicleta. No son pocos los avances tecnológicos con los que cuenta este angelito, y es que las cabezas pensantes de Borgo Panigale han decidido que este sea el producto base para hincharse a ganar campeonatos con motos derivadas de serie. Los japoneses tienen motivos para echarse a temblar, y seguro que nuestro Carlos Checa se estará frotando las manos ya y pensando “os vais a enterar”.

Ducati 1199 Panigale S: el infierno de Caronte

Larga es la historia de Ducati en el mundo de las superbikes de producción, siendo de hecho la marca más laureada en el Campeonato del Mundo de SBK, y esta herencia deportiva, junto con la experiencia adquirida en los últimos años en MotoGP, se ve reflejada de forma directa en sus modelos de calle. Esta 1199 Panigale es un punto de inflexión en la producción de Ducati y no podían permitirse fallos como las críticas tras la saga 999/749, pero la vuelta de tuerca que han sabido dar en esta ocasión es de órdago.

Ésta Ducati 1199 Panigale S no es precisamente una moto discreta, todo lo contrario, es el ejemplo claro de la ostentación y la obscenidad que con esa estética angulosa y ese precioso color rojo profundo recuerda al mismísimo Diablo. Tiene un aura de maldad innegable y es agresiva la mires por donde la mires, pero cuidado, porque si empiezas a hacerlo caerás embaucado y no podrás parar en un buen rato contemplando cada detalle y cada pieza que, como si fueran parte del conjunto de una gran obra de orfebrería, parecen haber sido engarzadas con maestría.

Una vez has echado la tarde mirando cada rinconcito y te paras a pensar en los 195cv del motor bicilíndrico más potente construido en serie, todo el arsenal tecnológico (DES, DTC, ABS, DQS, EBC), las soluciones innovadoras de chasis y suspensiones y centralizado máximo de masas te das cuenta de que los convencionalismos han quedado a un lado, y que cuando arranques el motor tienes que estar preparado para lo que se te viene encima porque, siguiendo con los símiles temáticos, será lo más parecido a escuchar las trompetas del infierno.

El rugido que emana del V2 Superquadro sorprende por lo fuerte que suena aun al ralentí, y si aún nadie te ha mirado cuando te has subido a ella o si lo has hecho dentro de tu garaje donde nadie ha podido verte, te aseguro que será en el momento de empezar a tronar este poderoso bicilíndrico cuando la gente gire su cuello buscando el apocalipsis italiano. ¿Con los Termignoni como sonará? Miedito…

La parte ciclo no desmerece absolutamente nada, y menos en esta Ducati 1199 Panigale S, con esas suspensiones Öhlins pata negra de un precioso color dorado con regulación totalmente electrónica a través del panel de mandos con el avanzado sistema DES, el amortiguador colocado en posición casi horizontal en el lateral izquierdo, un basculante monobrazo larguísimo para mejorar la tracción y evitar la transferencia de pesos, llantas Marchesinni de aluminio forjado, frenos Brembo monobloque y, por supuesto, el especial y revolucionario chasis monocasco sobre motor autoportante. Si pudiera, desmontaría cada una de estas piezas y las desperdigaría por casa a modo decorativo.

En cuanto a neumáticos tampoco va descalza precisamente, sale de la fábrica con unos pegajosos Pirelli Diablo Supercorsa desarrollados específicamente para este modelo aumentando el ancho de la goma trasera de 190mm a 200mm para aumentar al máximo la superficie de contacto con el suelo para transmitir toda la potencia disponible y garantizar la estabilidad en los apoyos de máxima inclinación lateral.

Toda la intención de los ingenieros ha sido reducir peso y centralizarlo al máximo, y lo han conseguido con un diseño que compacta todo lo posible el centro de gravedad en torno al motor. La solución de la posición del amortiguador es realmente curiosa en el lateral del motor, los escapes cambian su tradicional posición bajo el colín para situarse en la quilla, el depósito está fabricado íntegramente en aluminio, todas las tapas del motor que han podido las han realizado en magnesio y el colín se ha reducido a la mínima expresión.

Ducati 1199 Panigale S: instrumentación del futuro para una moto futurista

El cuadro de mandos tiene de todo, y cuando digo todo me refiero a que parece un Ipad y sólo falta que tenga instalado el Angry Birds. La presentación y la calidad de la imagen son magníficas tanto de día como de noche. Nada más girar la llave el estiloso logo de Ducati te da la bienvenida y te recibe a un nuevo mundo de tecnología sobre dos ruedas.

Después te encuentras con un montón de apartados diferentes que te informan de los parámetros actuales de la gestión electrónica del motor en función del selector de mapa que tengas seleccionado entre Wet, Sport y Race y otros dos apartados que puedes escoger a placer desde la piña izquierda entre doble trip, odómetro, consumo instantáneo y medio, tiempo de viaje, temperatura de motor y temperatura ambiental.

Todo el cuadro está rodeado por los chivatos de cambio de marcha rojos que se disparan al estirar las marchas y te avisan de que es momento de darle una patadita al pedal izquierdo y que el sistema DQS se encargue de cortar encendido y con suma suavidad engranar la marcha siguiente. Me ha sorprendido positivamente lo refinado de este sistema por la ausencia de brusquedades y la finura del cambio de marchas.

Los testigos de intermitencias y demás avisadores salen en los laterales, especialmente el de reserva, que se ilumina más veces de las que nos gustaría, aunque como pude confirmar con el responsable del concesionario Ducati es porque la reserva es bastante generosa, de unos cinco litros.

Mañana nos subiremos a la que debería ser la nueva barca de Caronte.

Continuará…

Agradecemos profundamente la hospitalidad de Santiago Mangas en el circuito FK1 y sus instalaciones para la realización de las fotos y las tomas de vídeo, y la acogida de Miguelón, jefe de pista. También debo dar las gracias al señor Morrillu por echarme una mano con las fotos y el vídeo.

Siguiente parte | Ducati 1199 Panigale S, pueba (conducción en ciudad y autopista)

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