Icoma pone en producción la Tatamel, una minimoto eléctrica que se dobla como equipaje y cuesta unos 2.750 euros
La Icoma Tatamel ya es real. Aquella motomaleta que los japoneses mostraron hace unos años ha pasado de rareza viral a vehículo comercial con precio oficial: 498.000 yenes, unos 2.758 euros al cambio.
Y mantiene intacto su objetivo original: ser una minimoto eléctrica que se guarda como si fuera equipaje... En una maleta, literalmente.
La motomaleta japonesa que se pliega como una maleta y ya tiene precio oficial
El diseño corre a cargo de Takamitsu Ikoma, que se propuso reinterpretar la filosofía urbanita de la vieja Honda Motocompo para tiempos de enchufe. Desplegada mide 1.230 mm de largo, 650 mm de ancho y 1.000 mm de alto. Plegada, la gracia real: 690 x 260 x 690 mm y un peso de solo 63 kilos. Básicamente, un vehículo que cabe en un rincón del piso y que no exige mucho más que un enchufe.
La parte ciclo, aunque mínima, es la de una moto de verdad. Monta horquilla invertida, monoamortiguador central y llantas de 10 y 6,5 pulgadas. Frena con tambor delante y disco detrás. Su motor eléctrico entrega 600 W nominales con picos de hasta 2.000 W, suficiente para alcanzar 45 km/h y mover hasta 100 kilos. La batería LFP (51,2 V y 12 Ah) anuncia unos 30 km de autonomía.
El enfoque gadget y modernillo también está muy presente. Los paneles laterales se pueden personalizar y desmontar, incorpora puerto USB y llave NFC, y la marca abre la puerta a funciones extra pensadas para emergencias: "Se pueden añadir funciones adicionales para que sea útil como fuente de energía portátil para la prevención de desastres en situaciones de emergencia". Incluso hablan de señalización digital y de un panel solar opcional para generar energía privada. Todo ello fabricado en Japón, con piezas creadas mediante impresión 3D y mecanizado en sus propias instalaciones.
Y aquí es donde entra una comparación inevitable con otro invento nipón que juega en la misma liga conceptual: el Suitcase Car' de Mazda. En los '80 y '90, Japón experimentaba sin freno con la movilidad compacta, y Mazda se marcó un coche-maleta que parecía sacado de un Mario Kart: una Samsonite convertida en un kart plegable de 34 cc capaz de 32 km/h. Aquello era puro ingenio lúdico, un ejercicio de creatividad para un concurso interno, pensado más para sorprender en Times Square o aparecer en televisión que para circular a diario.
La Icoma Tatamel bebe de la misma obsesión por lo ultracompacto, pero con una diferencia clara: esto no es un prototipo simpático ni una broma de ingenieros. Es un producto real. Donde el 'Suitcase Car' se quedaba en curiosidad histórica, la Tatamel se convierte en motomaleta del siglo XXI, lista para enchufarse, plegarse y desaparecer bajo una mesa. Japón vuelve a darle forma a esa vieja idea de movilidad portátil, solo que esta vez no se queda en papel.
La única pega es que, al menos por ahora, solo se venderá en Japón. Los que fantaseábamos con guardarla junto al casco tendremos que esperar.
Imágenes | Icoma
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