La DGT se ha quedado sin Pegasus. Los helicópteros con radar llevan sin volar desde hace días, y hay un gran culpable

Desde el 1 de septiembre, las aeronaves con radar de la DGT permanecen en tierra tras la finalización del contrato que garantizaba su mantenimiento

John Fernández

La flota de helicópteros Pegasus de la Dirección General de Tráfico (DGT), una de las piezas clave en el control aéreo de las carreteras españolas, lleva más de tres días sin despegar. No los verás volando, ni multando estos últimos días.

Desde el 1 de septiembre, las aeronaves con radar de la DGT permanecen en tierra tras la finalización del contrato que garantizaba su mantenimiento. Un parón que ha generado preocupación y muchas críticas por parte de los sindicatos que han dado a conocer la situación.

El contrato caducado, la raíz del problema

Que no haya Pegasus en los cielos españoles estos días no se debe a fallos técnicos ni a incidentes en vuelo, sino a la caducidad del contrato de mantenimiento. Sin esa cobertura, los helicópteros no pueden volar por seguridad, tal y como recogen 20 minutos y Motor.es tras las críticas de UGT, CCOO y CSIF.

Mientras tanto, el Ministerio del Interior asegura que la licitación para adjudicar el nuevo servicio está en marcha y que los aparatos volverán a operar pronto. No obstante, la falta de previsión en la gestión administrativa ha sido criticada, ya que se trata de un recurso que actúa como "ojos en el cielo" de la DGT.

Una ausencia en un momento delicado. El parón llega además en plena operación retorno del verano, uno de los periodos del año con más tráfico en las carreteras españolas. Asociaciones como Automovilistas Europeos Asociados (AEA) recuerdan que los Pegasus han sido decisivos en campañas estivales, contribuyendo a reducir la siniestralidad al actuar como elemento disuasorio. Ahora, sin ellos, temen que aumente la sensación de impunidad entre algunos conductores.

El impacto de tenerlos parados. Con los helicópteros en tierra, la DGT ha tenido que reforzar su estrategia recurriendo a drones, radares de pórtico, cinemómetros móviles y a la labor de las patrullas de la Guardia Civil de Tráfico.

Lo que está en juego. El regreso de los Pegasus depende de la agilidad en la adjudicación del nuevo contrato. Hasta que esto ocurra, las carreteras españolas estarán sin el refuerzo de vigilancia aérea que estos helicópteros aportaban. La situación pone de relieve la necesidad de mejorar la planificación en la gestión de recursos críticos, para evitar que un vacío administrativo termine afectando directamente a la seguridad vial.

Desde que se incorporaron en 2013, los Pegasus se han convertido en una herramienta de referencia. Son capaces de detectar excesos de velocidad a más de un kilómetro de distancia, registrar adelantamientos indebidos, comprobar el uso del cinturón o captar a los conductores que manipulan el móvil mientras circulan. Sus radares y cámaras de alta resolución permiten un control discreto, muy difícil de eludir, y en muchos tramos de carretera han demostrado ser más eficaces que los radares fijos o móviles.

Imágenes | DGT

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