La experiencia de correr las 24h de Montmeló (Parte 2 y final)

Imposible dormir bien, imposible. Por muy temprano que me meta en la cama de la caravana hasta las 3 de la madrugada no puedo cerrar ojo y cuando lo consigo, solo puedo dormir en intervalos pequeños. Cada dos por tres sacando el ojo por la ventanita para ver si ya ha salido el sol o hay alguien despierto con quien charlar un rato. Nada, el circuito está mas silencioso que nunca y yo me pongo nervioso porque voy a estar 24 horas despierto, pilotando durante seis horas y terminaré muy cansado. Aunque bueno, lo realmente importante es haber dormido bien las semanas anteriores para no llegar falto de sueño. Lo que a partir del viernes se pueda dormir mejor que vendrá, pero no será primordial.

Cuando los primeros rayos de sol cubren el circuito la gente ya se pone en marcha y llegan los nervios y las prisas (que coincide con el momento que mejor estoy durmiendo y me despiertan). Es entonces cuando tienes completamente el chip de carreras puesto, ya no piensas en nada más y salgo de la caravana con intención de comerte el mundo entero...aunque realmente lo que necesitas comer son los cereales con leche semi-desnatada, el plátano y el primer Aquarius de muchos que vendrán.

Así que me visto con la camiseta oficial del equipo, me pongo la gorra con mi sponsor personal y me voy directo al box a reunirme con el jefe de mecánicos y los jefes de equipo para programar toda la carrera y que todo esté calculado al mínimo detalle. No pueden salir imprevistos y la tensión no puede afectarnos en absoluto ya que hay que ser conscientes que una carrera de tan larga duración se supera con constancia y no con rapidez puntual. Así que programamos todo: primero el orden de los pilotos, que es algo muy importante de cara a saber tus horarios de salida. Así, consigo también hacerme mi propio pláning para el ritual de después de bajarse de la moto, que luego os cuento. Seguidamente apuntamos el esquema de cambio de neumáticos, adjudicando el trasero cada dos horas y el delantero cada cuatro horas. Esta decisión se toma a partir de las pruebas que se han realizado durante los tests antes de carrera y los entrenamientos. También calculamos los consumos así que en esta reunión interna decidimos qué duración tendrá cada tanda. Después de mucho hablarlo con los demás pilotos se decide que las tandas se harán de 55 minutos, más o menos, que es cuando la lucecita de reserva se enciende o está a punto de hacerlo dependiendo del ritmo del piloto. En ese momento te marcan BOX desde el muro y a la siguiente vuelta entras.

Termina la reunión y claro, has estado hablando de la organización de la carrera, has estado viendo las motos otra vez, ves que se va llenando el circuito, el calor aprieta y se acerca el "warm up"...¡qué emoción caray! En ese momento el plato de pasta que debería comerme no me entra así que opto por un plátano, un donut, medio litro de agua y una chocolatina. El "warm up" es un riesgo innecesario a no ser que quede algún fleco por cubrir, pero como no es el caso no saldremos a pista para no exponernos a una caída y no poder llegar a la salida.

Y pasado el entrenamiento matutino previo a la carrera llega la hora de la foto oficial del equipo. Hay quien la hace y hay quien no, según los compromisos de cada equipo con sus patrocinadores. El Team Monlau Competición, lógicamente, tiene un buen número de patrocinadores invirtiendo en su programa de carreras con lo que no puede faltar la foto de família. Ahí ya te sientes el mismísimo Valentino Rossi, Casey Stoner, Dani Pedrosa, Jorge Lorenzo y una larga lista. Eres el centro de atención y estás ahí, viendo como te hacen fotos de todas partes y para todas las revistas. Es algo que va ligado a todo el trabajo del equipo y el momento de la foto es algo especial ya que te das cuenta que donde estás es un privilegio y que tienes que disfrutarlo al máximo, sin perder detalle de nada.

Ahora sí que ya no sabes ni qué hacer. Queda menos de una hora para el inicio de la carrera y estás tenso, concentrado y un poco nervioso ya que por suerte o por desgracia no tengo que realizar la salida. A mí personalmente, aunque es algo que hay que hacer alguna vez cuando corres esta carrera, no me gusta mucho el momento de la salida. Los pilotos están hambrientos y esto es algo que en una carrera de 20 vueltas no puede faltar, pero en 24 horas de competición no puedes salir a darlo todo en la primera tanda. Y eso es lo que lleva muchas veces a que se sucedan caídas que provocan otras caídas en los compases iniciales de la carrera.

Finalmente llega la hora de la verdad. Más de cincuenta equipos empiezan a tomar sus posiciones en parrilla. Las motos están relucientes y a la expectativa de lo que se les viene por delante y con la incertidumbre de si el motor o alguna de sus partes adheridas aguantará toda la carrera. Los pilotos que toman la salida se colocan en parrilla, al otro lado de sus compañeras de viaje y cada uno saca sus nervios de formas distintas: saltando, estirando, moviéndose de un lado a otro e incluso hablando con el compañero que tiene al lado. Los mecánicos por su parte están igual ya que hay que estar al cien por cien en cada repostaje, hay que estar atento a si surge algún imprevisto y hay que saber cuáles son sus funciones y realizarlas a la perfección. Hay mucha tensión aunque desde fuera no lo parezca.

¡Y por fin pistoletazo de salida! Los pilotos corren hacia sus motos, silenciosas hasta el momento ya que es el propio piloto el que debe encenderla, y salen disparados hacia la primera curva de las aproximadamente 9000 que tomarán durante el transcurso de la prueba. Hay los primeros adelantamientos, escaladas y bajadas de posiciones debido a caídas o pilotos que tienen mejor o peor ritmo que el nuestro. El calor es insoportable y la primera tanda de todas es la más dura porque se junta todo: calor, muchos nervios y mucha tensión.

Y a partir de ese momento todo sigue un poco la misma tónica. Si no sale ningún imprevisto cada piloto tiene su hora de salida con lo que media hora antes ya está preparado en el box para tomar el relevo del piloto que le precede. Así que el ritual que hay que seguir para que no hayan prisas de última hora es muy estricto. Y es ahí cuando llega el duro trabajo de mi novia. Durante el primer año fue mi padre el que me hacía de utillero pero estos dos últimos años ella se ha encargado, y de qué manera, ha tenerlo todo a punto para cuando me bajara de la moto. Por su lado, mi padre me mantiene la equipación y todo mi utillaje en buen estado y me informa de lo que va pasando dentro del box y en la pista para no perder detalle. Y es que lo que hago cuando termino una tanda es casi más trabajo que el hecho de salir a pista. Primero de todo Laura me tiene preparado un Aquarius para recuperar rápidamente el líquido y los minerales perdidos durante el esfuerzo. Seguidamente ducha fresca para recomponerse y estiramientos generales para no agarrotarse. Mientras, ella me prepara el batido con proteínas e hidratos. Eso no tendría que ser así ya que debería comer un plato de pasta y un plátano o un donut, pero es curioso que cuando empieza la carrera, la comida sólida me es imposible tragarla y se me hace un nudo que no me permite comer pasta, carne o cualquier alimento que no esté en estado líquido. De ahí que me tenga preparados estos batidos cuando bajo de la moto. Los acompaño de un donut, que sí que me entra, y con mucha agua. Así que ya veis, un encanto de chica a la que le agradezco la paciencia que tiene conmigo y las motos, que es mucha. Y es que lo duro no es hacerlo una vez, sino seis, y con el agravante de que cada vez más el cansancio hace mella en mi cuerpo hasta llegar a las últimas tandas destrozado, deshidratado y con solamente ganas de dormir.

Pero no os creáis que acaba aquí la cosa. Después de comer toca masaje de recuperación y relajación de todos los músculos implicados, cosa que se agradece y que aprovechas para dormir unos minutos. Hay que reconocer que el equipo de masajistas del Team Monlau Competición es todo un lujo.

Y nada, cuando termina el masaje, otra vez a enfundarse el mono, las botas, el térmico, la espaldera, los guantes y el casco para estar preparado media horita antes dentro del box. La espera se hace larga, aunque cada vez menos debido al cansancio, pero cuando llega la moto al box y le hacen la "pedicura" y le "dan de beber" tú ya estás motivado, concentrado y dispuesto a darlo todo. Sales a pista, sin rebasar el límite de velocidad permitido dentro del carril de boxes, encarando el final de recta en bajada del Circuit de Catalunya y tomas las curvas como si fueran el patio de tu casa. Ya llevas todo el fin de semana ahí y un montón de tandas a tus espaldas. Vueltas y más vueltas te permiten salir a pista con total confianza, sabiendo todos los puntos de referencia y conociendo todas las reacciones posibles de la moto. La clave del pilotaje está en estar concentrado únicamente en lo que estás haciendo. Ni las luces de noche, ni los pilotos que te pasan ni los fotógrafos que hacen fotos. Únicamente tú, la moto y la pista. Solo así se consigue rodar constante y seguido.

Así sigue toda la carrera hasta el final con la diferencia de que tu estado físico cada vez que bajas de la moto empeora. Pero la motivación más grande cuando el cansancio empieza a machacar tu cuerpo es saber que ya queda poco para terminar, que lo que estás haciendo está al alcance de unos pocos privilegiados y que ahora tu eres uno de ellos. Mantienes así la motivación y la fuerza. Las últimas tandas son infernales porque llega de nuevo el calor sofocante del mediodía, aunque esto te asegura que la carrera está llegando a su fin y no hay tiempo para el cansancio.

Reconozco que a final de carrera yo estoy muerto. Hay muchos otros pilotos que terminan mucho más frescos que yo pero yo no puedo con mi alma. Habrá que trabajar más el físico para los próximos años. Es una carrera muy dura pero una experiencia que hay que probar y saborear. No importa el resultado que consigas, el esfuerzo que realizas es tan grande que acabar te supone ya todo un logro. Cuando la carrera termina todo son celebraciones y abrazos porque el trabajo realizado por todos es brutal.

En 2007 me quedé sin llegar al final y como era la primera vez que las corría no sabía que era acabarlas y tampoco me importó demasiado no poder celebrar el final. En 2009 me di cuenta de lo importante que era el hecho de terminar algo tan duro y además, subiendo al podio en la categoría de bicilíndricas. El único podio que he subido en mi vida. El pasado año tuvimos un problema eléctrico en el que perdimos más de una hora para repararlo, perdiendo toda opción de acabar en el top 10 y luchar por el podio de la categoría de Superstock 1000.

Así que el que tenga la oportunidad de realizarlas le animo a que lo disfrute tanto como lo he disfrutado yo y que grabe, fotografíe y recuerde siempre todos los momentos, que no serán pocos, que le ofrecerá esta carrera tan espectacular.

Desde aquí, un saludo a todos y muchos ánimos a toda la gente que este fin de semana va a realizar esta carrera. Yo por mi parte me despido temporalmente, o no, de escribir en este blog por problemas personales ajenos a Motorpasión Moto. Espero que hayan disfrutado con lo poquito que haya podido aportar aquí y espero encontraros en los comentarios de todos los posts deestos editores que cada día se lo curran más. Un saludo a todos y hasta pronto.

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