Jorge Lorenzo y su gesta más heroica e irresponsable cumplen cinco años en Assen

El 27 de junio de hace cinco temporadas, cuando corría el año 2013 en el Campeonato del Mundo de MotoGP, vivimos uno de esos sucesos anómalos que sólo puede protagonizar un piloto de motociclismo tan ambicioso que pone en riesgo su físico de forma absolutamente innecesaria.

Jorge Lorenzo se fue al suelo durante la primera jornada de entrenamientos libres, se partió la clavícula izquierda, voló a Barcelona para operarse y estar de vuelta el viernes, clasificarse para el sábado y salir a carrera infiltrado consiguiendo, quizá, acabar quinto en una de las gestas más irresponsables que hayamos visto.

Se cayó, se operó y se volvió a subir a la moto en menos de 48 horas

Jorge Lorenzo llegó segundo en la clasificación general a Assen. Era la séptima carrera de la temporada y en plena defensa del título conseguido en 2012 estaba posicionado a sólo 9 puntos de Dani Pedrosa, por entonces líder en la tabla de puntos.

Con tres victorias, dos podios, un séptimo y un quinto Lorenzo sabía que debía hacerlo mejor a lo largo del año para defenderse del recién llegado Marc Márquez, situado sólo 14 puntos por detrás de Lorenzo en su primera temporada en la categoría reina.

Tras haber dominado en la FP1 con el asfalto seco, la lluvia hizo acto de presencia en la catedral. Durante los primeros minutos de los segundos libres Lorenzo intentó mejorar sus sensaciones sobre el asfalto mojado del siempre complicado trazado neerlandés hasta que perdió el control de la moto.

"Héroes son los que llegan a fin de mes trabajando; a mí me pagan por hacer esto", Jorge Lorenzo en Assen 2013

La Yamaha le escupió hacia delante a 224 km/h 0,220 segundos después de perder tracción en la rueda posterior, volando 0,605 segundos y cayendo sobre su hombro izquierdo según la información facilitada por Alpinestars. El Tech-Air del fabricante italiano se desplegó a tiempo, pero no fue suficiente para evitar la fractura en la clavícula de Lorenzo.

El mismo jueves Lorenzo puso rumbo a Barcelona para evaluar una posible intervención, el viernes por la mañana fue operado y a las 13:30 horas de la misma jornada el piloto ya estaba volando de vuelta a Assen apenas 24 horas después de la caída, con una placa y ocho tornillos, pasándose por el forro el periodo de observación previsto.

El sábado fue muy complicado para el piloto balear (en Assen se corría los sábados). Lorenzo llegó de vuelta a Assen dispuesto a salir a pista, importando entre poco y nada la recuperación de su hombro y sólo pensando en probarse sobre la Yamaha YZR-M1 tras la operación exprés realizada el viernes por el Doctor Joaquín Rodríguez.

Sin descanso, Lorenzo se subió a la moto en el warm-up de la mañana donde para sorpresa de muchos consiguió cerrar la sesión en una meritoria octava plaza. Pero lo importante estaba por venir, porque todo el equipo era consciente de que en unas pocas vueltas el dolor iba a hacer acto de presencia, obligando a Lorenzo a sobreponerse al sufrimiento y a la falta de fuerza como consecuencia de la fractura.

Partiendo desde la décimo segunda posición de parrilla gracias al registro conseguido en la FP1, Lorenzo pudo arrancar con fuerza y explotar sus buenas salidas con la moto de Iwata. Durante las primeras vueltas se afanó por adelantar a todos los pilotos que pudo, aprovechando que la lluvia se desvaneció y la carrera pudo disputarse en seco.

Nicky Hayden, Randy de Puniet, Bradley Smith, Andrea Dovizioso, Aleix Espargaró, Álvaro Bautista, Stefan Bradl... Todos cayeron ante un crecido Lorenzo determinado a sumar el mayor número de puntos posible. Jorge finalmente acabó quinto, estallando en lágrimas a partes iguales entre dolor y alegría al llegar a su box, abrazado por todo su equipo y totalmente descompuesto.

"Lo que hizo Lorenzo en el Gran Premio de Assen es algo embarazoso para el resto de los pilotos", Cal Crutchlow

Aquel día, ese 27 de junio de 2013, será recordado al mismo tiempo como el día de la gesta más dolorosa de Jorge Lorenzo y el día en el que un piloto ha puesto más en juego su físico por mantener vivo el sueño de un mundial.

Hace cinco años Lorenzo era (y sigue siendo) pura ambición. No ha cesado hasta conseguir la victoria con Ducati en 2018, y en 2013 hizo lo indecible por correr cuando, llanamente, no debería haber corrido. Lorenzo fue un deportista irresponsable, pudiendo haber lastrado toda su carrera deportiva por haberse lesionado más gravemente sin estar en condiciones de correr.

Y ahí precisamente también fueron irresponsables en el equipo médico. Lorenzo no debió ser declarado apto para salir a pista porque por mucha infiltración que tuviera, no estaba en condiciones de recibir el OK, pero ya sabemos lo mucho que manda el espectáculo desde hace unos años en el mundial de motociclismo.

Finalmente el sábado 29 de junio fue Valentino Rossi quien se llevó la victoria, la primera tras su aventura en Ducati y precisamente en el mismo escenario donde consiguió en 2017 su última victoria en el mundial. Lorenzo tuvo que ceder en 2013 ante el empuje del ambicioso Marc Márquez quien se llevó la corona dejando al balear en segunda posición, pero de ese subcampeonato lo que los aficionados recordamos fue la machada inconsciente de Lorenzo.

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