Guía de compra motos usadas: El primer contacto

Ya nuestro compañero L. Font nos mostró hace tiempo los pasos administrativos que hay que seguir para la compra de una moto de segunda mano pero en esta ocasión nos queremos centrar en los aspectos mecánicos básicos que debemos inspeccionar para obtener ciertas garantías de que la moto que hemos elegido esta en buen estado y funciona correctamente.

Por supuesto hay que tener en cuenta que hasta al más experto de los mecánicos le pueden dar gato por liebre y encontrarnos de repente con lo que parecía una buena compra se convierta en un quebradero de cabeza constante. Pero si seguimos estos pasos que vamos a tratar de explicaros en estas tres entregas de esta guía de compra de motos usadas, tendremos muchas posibilidades con un poco de suerte de realizar una buena adquisición siempre teniendo en cuenta que nadie esta libre de que algo que revisemos en día de la compra este bien y se rompa al poco tiempo, pero en fin, así son las máquinas.

Una vez salvados los primeros obstáculos sobre la elección de la moto y modelo adecuado, el precio interesante, el color y demás, se acerca uno de los pasos más importantes en la compra de una moto, el contacto con el vendedor y la cita para ver la moto. Normalmente nos referimos a la compra de una moto usada como segunda mano, aunque esta pueda ser de tercera, cuarta o quinta pero eso no ha de asustarnos si la moto ha sido bien cuidada.

La primera impresión

Lo primero calma, una moto reluciente y sin una mota de polvo tiene mucho ganado, pero esta puede esconder mil y un fallos o desgastes que hagan de nuestra compra una ruina. En esta primera fase trata de dejar a un lado la moto y céntrate en el vendedor. Pregunta, pregunta, pregunta y vuelve a preguntar, que para eso estas dispuesto a gastarte tu dinero en la moto que él quiere vender.

Preguntas obligadas son: Cual es el mantenimiento realizado, donde, cuantos kilómetros tiene, para que la usaba, si tiene todos los papeles en regla, donde la compró, si es el primer dueño, de que año es la moto, cuanto gasolina consume, si consume aceite, pide que te muestre la ficha técnica de la moto para comprobar que todo concuerda, si se ha caído alguna vez, si ha tenido alguna avería, etc… Toda esta batería de preguntas incluso aunque muchas de ellas las sepas ya de antemano sin necesidad de preguntarle, te ayudarán a formarte una idea del tipo de vendedor con el que estas tratando y confirmarán si lo que nos ha respondido se ve reflejado en la inspección que haremos a la moto posteriormente.

A frases típicas de los vendedores como “hay más compradores interesados” o “la verdad es que no se por que la vendo”, ni caso, no te sientas presionado. Si la moto la ha puesto a la venta es por que la quiere vender y es normal que haya más gente interesada que vaya a ver la moto pero de ahí a comprarla quedan unos cuantos pasos.

Centrémonos en la moto

Una vez recabada la mayor información posible del vendedor, vamos a comprobar si nos cuadran las cosas que cuenta. Por supuesto ni que decir tiene que es necesario ver la moto a plena luz de día, ya que a veces por prisas u otras circunstancias nos enseñan las motos de noche o en garajes con poca luz donde no podremos apreciar muchos detalles.

La primera parte de nuestra inspección será la estética, además de ser la parte fácil ya que sin ningún conocimiento podremos ver si la moto esta bien de pintura o tiene muchos rayones o si hay algún plástico roto. Debemos prestar atención en esta primera revisión estética a ciertos puntos de la moto que nos ayudarán a saber si corresponde el kilometraje que marca con el desgaste que tiene determinadas piezas.

Así debemos fijarnos en los puños de la moto si están muy desgastados o se mueven sobre el manillar, en los extremos de las manetas y de los contrapesos del manillar para detectar si están rayados por una caída, en la cúpula delantera, si dispone de ella, para ver su estado de conservación ya que muchas rayas pérdida de color u opacidad indicarán desgaste o mucho tiempo en la calle.

También hay que fijarse en las partes de la moto que tiene roce con el piloto o su ropa, el depósito a la altura de la cremallera, plásticos laterales donde rozan las botas etc… Hay que prestar atención a las gomas de las estriberas o del pedal del freno donde un desgaste acusado nos indicará que la moto ha sido usada durante muchos kilómetros. Otro punto que nos indica su mucho o poco uso es el clausor donde insertamos la llave de contacto.

Todos estos detalles meramente estéticos tendremos que saber valorarlos con el conjunto de detalles mecánicos que veremos más adelante por ejemplo si hay signos evidentes de que la moto se ha caído por que tiene las manetas rozadas en sus extremos o el escape un poco rayado sin arrastrón evidente contra el suelo o las defensas tocadas, no pasa nada, una moto puede perder el equilibrio y caerse y la moto sigue estando perfecta, otra cosa es si se ha golpeado contra algo. Así poco a poco vamos haciéndonos una idea general de cómo ha sido el uso que se le ha dado.

La próxima semana publicaremos la segunda parte de esta guía.

En Moto22 | Consejos compra motos de segunda mano Guía de compra de motos usadas: Arrancamos la moto (Segunda Parte)

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