Un estudio dice que cada vez más español quieren comprarse una moto, pero casi nadie tiene dinero para pagarla

Que España es un país motero lo saben todos. Y que cada vez vamos a más es un hecho (un "facto", que dice la juventud ahora). Lo dicen los datos: el interés por las dos ruedas crece en España, pero hay un problema, y es el que el bolsillo no acompaña.

Según el Estudio de Movilidad en Moto 2025 de motos.net y Anesdor, casi la mitad de los motoristas planea cambiar o comprar moto este año, aunque con un presupuesto menor que en 2024. El dinero sigue siendo el gran problema.

Y encima hay una mucha moto vieja en España; cada vez más

La tendencia da un giro: por primera vez en varios años, la moto nueva vuelve a ser la opción preferida (39%), por delante de la usada (35%). Sin embargo, el gasto medio cae con fuerza, y no poca. Los compradores destinan unos 11.000 euros a una moto nueva (frente a los 12.400 del año pasado) y apenas 4.600 a una de segunda mano, mientras que el precio medio real del mercado ronda los 6.800 euros.

La mayoría busca motos de carretera (64%) y con motor de gasolina (97%), aunque las grandes cilindradas empiezan a perder peso: solo el 47% quiere una moto de más de 750 cc. Lo que más se valora hoy son los avances tecnológicos (23%), el diseño actualizado (19%) y unas prestaciones más refinadas (16%).

Cada vez se usa más la moto en el día a día (un 39% la emplea para ir al trabajo), pero el ocio sigue siendo su razón principal (74%). Aun así, los kilómetros bajan: unos 5.800 al año, 80 menos que en 2024.

Motos viejas... Las motos que circulan tienen ya una edad media de 8,8 años, y siete de cada diez motoristas planean vender la suya, en muchos casos a través de internet. Un 65% la entregaría como parte del pago y casi un 40% reclama un plan de renovación para modelos antiguos.

En seguridad, los puntos negros siguen claros: los cruces son las maniobras más peligrosas, seguidos de los adelantamientos y las curvas. Solo un 15% aprueba el estado del asfalto y casi todos (nueve de cada diez) critican la falta de protección frente a los guardarraíles. En ciudad, la mayoría pide carriles propios para motos y rechaza pagar por aparcar en la calle.

Por otra parte, la compra online sigue ganando terreno. Más de un tercio se plantea adquirir su moto por internet, aunque muchos se echan atrás por no poder probarla antes. Y mientras el interés por lo eléctrico sigue estancado (solo un 6% ha pedido ayudas públicas), los motoristas lo tienen claro: lo que hace falta no son discursos, sino incentivos reales para renovar el parque.

Imágenes | Yamaha, Motorpasión Moto

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