Esta pareja nos muestra con mucho dolor la importancia de enseñar correctamente a montar en moto

Cuando nos compramos una moto nueva (o de segunda mano, depende de cómo de llena esté tu hucha) una de las cosas que más nos gusta hacer es compartir nuestra última adquisición con nuestros allegados. Fardar de moto nunca está de más, por supuesto, pero uno de los momentos más felices se puede convertir en un mal recuerdo difícil de olvidar.

Ese es el caso de esta pareja de jóvenes. Él se compró una flamante Yamaha YZF-R3 y decidió no sólo enseñársela a su novia, sino que además incitó a que la condujera sin tener experiencia alguna para supuestamente enseñarla a montar en moto. El resultado es francamente angustioso y difícil de ver.

Usa el sentido común

Con un elevado nivel de probabilidad seguramente muchos de los que deciden enseñar a montar en moto a otras personas no son profesores de autoescuela. A diferencia de estos últimos, ellos tienen los conocimientos, las herramientas y las habilidades necesarias para que alguien dé sus primeros pasos sobre dos ruedas.

Montar en moto no es como montar en bicicleta aunque muchos piensen que sí. Una motocicleta implica unas habilidades psicomotrices mucho más elaboradas que una bicicleta y por eso exigen un carnet específico para manejarlas con seguridad. Lo contrario supone exponerse a un riesgo que puede acabar tan mal como el del vídeo, o peor incluso.

Si aun así decides enseñar a alguien cómo montar en moto, lo mejor es que sigas unos pequeños consejos.

Controla tu emoción

Estrenar una moto nueva es una inyección de endorfinas como pocas otras acciones te pueden aportar. Compartirlo, disfrutarlo y saborearlo por mucho tiempo es una sensación inigualable. Ahora bien, hay que saber poner un límite a la exaltación porque el hecho de que tú estrenes una moto no quiere decir que haya que compartirlo hasta que la diversión se vuelve desgracia.

Elige el lugar adecuado

Un aparcamiento cualquiera no basta para enseñar a alguien cómo se maneja una moto. En el caso del vídeo vemos cómo el aparcamiento es de dimensiones reducidas, con coches a ambos lados y aparentemente transitado, aunque sea una zona residencial. Sin duda no es la mejor de las elecciones posibles.

Usa siempre la equipación correcta

Aprender es un momento clave en la vida de cualquier motero o proyecto de motero que se precie, por ello, ir bien equipado es absolutamente fundamental para minimizar las consecuencias de una situación crítica como la del vídeo que tenemos más arriba.

Una sudadera, un pantalón deportivo y unas zapatillas no son suficientes para complementar el uso del casco. Seguramente, si se da un caso similar ningún elemento de protección adicional evite el accidente, pero sí que puede marcar la diferencia entre una anécdota y una estancia en el hospital más prolongada de la cuenta.

Escucha a la otra persona

A veces nos posee tanto la emoción que nos ponemos muy pesados. La insistencia con la que podemos presionar a alguien para que se monte en nuestra moto puede ser apabullante y al final la pobre víctima de nuestros chorizos moteros acaba por subirse sin saber muy bien lo que está haciendo.

Si esa persona nos ha dicho que no en un primer momento es mejor no insistir. Simplemente el hecho de verse bajo presión pueda complicar toda la situación, ceder y ponerse a los mandos en un estado de nerviosismo contraproducente.

Piensa si tu "alumno" debe coger una moto

No es una cuestión de llamar inútil a nadie, pero puede darse la situación contraria del punto anterior. El típico "déjame tu moto" seguro que lo hemos escuchado todos, ahora bien, debemos saber si el pretendiente tiene la capacidad y los conocimientos para ponerse a los mandos sin estrellar nuestra querida montura.

En el caso del vídeo no sabemos si fue insistencia del dueño de la moto, de su pareja o un cúmulo de malas decisiones, pero lo cierto es que la chica no tenía ni idea de llevar una moto.

Asegúrate de que sabe lo que hace

Antes de subirse a una moto hay que dar una buena dosis de clases teóricas. Qué es cada mando y para qué funciona tiene que estar clarísimo, después habrá que comprobar que el candidato a motorista sabe ubicar y utilizar correctamente cada uno de los mandos y evitar situaciones de riesgo que se complican en cuestión de milésimas.

A la chica del vídeo le pasa precisamente eso: entra en pánico. A partir de ahí todo son malas decisiones tras soltar el embrague de golpe. La reacción del cuerpo a la aceleración le hace acelerar a tope lanzándose hacia delante, en un intento por buscar soluciones desesperadas aprieta las dos manetas (freno y embrague) al mismo tiempo sin soltar el acelerador, casi bloquea la rueda delantera y cuando suelta ambas manetas de golpe otra vez se dirige directa hacia un coche aparcado.

La situación acaba de la peor manera. Su pierna izquierda, que llevaba completamente estirada, impacta directamente contra el frontal del coche con tanta violencia que su zapatilla sale disparada camino de la estratosfera. Ella cae al suelo y la moto continúa en marcha.

Los gritos de dolor son realmente angustiosos. Desconocemos las lesiones que haya podido tener pero posiblemente sean considerables por la forma del impacto, por lo que deseamos a esta joven una pronta recuperación y que al final para ambos todo quedase en un susto y daños materiales.

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