Hay un problema con las motos eléctricas que no se ha tenido demasiado en cuenta hasta ahora, y por el cual una empresa española ya está empezando a pagar las consecuencias: los amigos de lo ajeno y el robo de las baterías de estos scooters.
Y es que Acciona, una de las mayores empresas de alquiler de motos eléctricas en toda España, ha denunciado, una vez más, el robo de baterías en más de 300 de sus motos en solo seis meses, tal y como ha revelado El Mundo. Situación que, al mismo tiempo, esconde un verdadero problema para este nuevo tipo de movilidad en las grandes ciudades.
700.000 euros en seis meses: el serio problema del robo de baterías
Las motos eléctricas son ya un habitual en las calles de las grandes ciudades españolas, la mayoría propiedad de varias empresas de motosharing como eCooltra, Muving, Movo o, una de las más extendidas, Acciona. Sus motos, fácilmente identificables por su color rojo y blanco, han sido objetivo constante de los ladrones desde que llegaron a las urbes.
Tal y como ha denunciado la compañía, según señala el diario, se enfrentan a un serio problema; el robo de las baterías de sus motos a pie de calle, lo que les ha supuesto una pérdida que roza lo millonario: cerca de 700.000 euros desde hace seis meses.
Señalan que la empresa ha denunciado a la Policía Nacional el robo de 324 baterías de iones de litio que equipan sus motos eléctricas desde marzo de 2022 hasta este mismo noviembre. Según indica un representante de la empresa para en declaraciones a ese diario, la cifra total de pérdidas ascendería hasta los 696.000 euros.
¿Cuánto cuesta reemplazar la batería de una moto eléctrica?
Hay que tener en cuenta el precio de cada una de estas baterías, y el modelo de la moto en cuestión. Acciona utiliza para su flota las Silence S02, una moto de 125 cc apta para conducir con el carnet de coche, pero con un increíble par y potencia que llega a más de 100 kilómetros por hora de velocidad.
Su batería es de iones de litio, fabricada por Samsung, de 5,6kWh y se estima que cada una de ellas tiene un precio de 1.800 euros por unidad. Son capaces de ofrecer una autonomía cercana a los 130 km, y destacan especialmente por sacarse rápida y fácilmente, además de asegurar su transporte donde sea gracias a que viene en forma de trolley. Lo que está claro es que detrás sale a la luz un mercado negro de compra-venta fraudulenta que la Policía ya está investigando.
Futuro incierto para las motos eléctricas en las ciudades
Sacarlas del compartimento es sumamente sencillo, en el caso de que la moto disponga de batería extraíble (otras lo llevan implementado por dentro del chasis, carenado o bajo el asiento y es muy difícil sacarlas). Eso facilita que en tan solo unos segundos esté fuera y se la puedan llevar.
No se trata de un problema aislado. Ante tal facilidad de robo, se presenta un mercado negro en alza de robo de baterías en bastantes ciudades europeas. En Roma, Milán o Nápoles el fenómeno ha cobrado tal relevancia que ni siquiera los sistemas de seguridad sirven. Eso ha llevado a la policía italiana a identificar a los primeros responsables, principalmente albaneses, búlgaros, polacos y españoles, según explican.