Hace cosa de dos años descubrimos lo asquerosamente irrespetuoso que puede llegar a ser el ser humano cuando un cabezabuque automovilista llamado William Crum utilizó su coche para provocar un accidente contra la moto en la que viajaba Eric Sanders y su acompañante Debra Simpson.
Ahora, la justicia ha caído con todo su peso contra el "entrañable" señor Crum. Sin mostrar ningún tipo de arrepentimiento sobre sus actos durante todo el proceso, la resolución judicial ha dictaminado que sus dos cargos de asalto agravado con arma mortal (el coche) se merecían una sentencia ejemplar, así que este hombre (si es que se le puede considerar persona y no animal) ha sido condenado a 15 años de prisión.
"No me importa" y "la culpa fue del motorista"
Como recordarás de aquél vídeo que publicamos en su día, el suceso fue recogido por un segundo motorista que acompañaba a Eric Sanders y que portaba una GoPro cuya grabación fue determinante en el proceso.
La acción fue clara: el motorista se dispuso a adelantar y Crum bloqueó deliberadamente el paso con su coche haciendo caer a Sanders y Simpson, quienes sufrieron diversas contusiones, abrasiones y la fractura de un brazo en el caso de la acompañante por las que tuvo que ser ingresada en la unidad de cuidados intensivos del hospital Texas Healt Harris.
Lejos de mostrar algún tipo de empatía con lo ocurrido o con el resto de la humanidad, las palabras de Crum tras el incidente fueron un escueto y contundente "no me importa", reclamando su acción como un acto legítimo de "vigilancia de las carreteras" puesto que "si el motorista no hubiera intentado adelantar en una zona que no debía hacerlo no habría pasado nada". Posteriormente ya durmiendo en el calabozo justificaba que su acción fue "causada por el mosdisco de una araña en la pierna".
Ahora Crum espera el traslado a su nueva residencia con barrotes, donde pasará más de una década. Tiempo de sobra suficiente para seguir pensando en la estupidez que ha hecho, aunque ni se arrepienta ni crea que fue incorrecto.