Victory Vision Tour, prueba (conducción en autopista y pasajero)

Victory Vision Tour, prueba (conducción en autopista y pasajero)
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Cada moto tiene su propio estilo y ese estilo suele marcar el ambiente en el que mejor se desenvuelve. Por descontado sabía que en cuanto empezase a rodar por autopista, la Victory Vision Tour se sentiría como pez en el agua. Y vaya que si sentía en su ambiente. Aumentamos la velocidad hasta los 120 km/h aproximadamente y nos relajamos en el inmenso asiento. Metemos sexta, velocidad completamente overdrive que permite al motor girar bajo de vueltas y regulamos la pantalla en su posición más alta desde el mando situado en la piña izquierda. Es hora de hacer kilómetros.

Lo primero que siento a sus mandos es la más absoluta comodidad. La protección es máxima y la postura casi perfecta. Los pies van cómodamente situados en las plataformas, unas plataformas muy largas que te permiten ir con los pies completamente estirados si quieres o más encogidos, en una posición más común. Los brazos descansan cómodamente en el manillar y las manos, perfectamente protegidas tras el frontal.

Los espejos están precisamente ahí, detrás del manillar y en una posición relativamente baja. La visión hacia atrás es solo correcta ya que en la mitad de ellos vemos nuestras propias manos reflejadas. Pero basta con un simple movimiento de cabeza hacia un lado u otro para aumentar nuestro campo de visión.

Victory Vision Tour

La visión al frente tras la pantalla es buena siempre y cuando midas hasta 1'80 aproximadamente. Si eres más alto, el borde de la pantalla coincidirá justo en tu línea de visión por lo que tendrás que, o bien jugar un poco con su altura o resbalar un poco en el asiento, con el fin de perder esos centímetros que la naturaleza (o los tazones de Cola-Cao) te regalaron.

Desde debajo del puño izquierdo hay un mando remoto que sirve para manejar el equipo de audio. Por la autopista, la música que sale de los cuatro altavoces de la Victory Vision Tour se sigue escuchando muy bien, permitiéndote viajar de un lado a otro envuelto en tus melodías favoritas.

En el otro lado, debajo del puño del gas, está colocado el mando remoto para el control de crucero. Funciona igual que el de un coche, con tres botones en el que cada uno de ellos cumplen doble función: on/off, res/acc, set/dec. Para mi gusto están un poco bajos ya que tienes que desplazar mucho la mano para llegar con comodidad hasta ellos con el pulgar, pero se manejan de una forma muy cómoda sin necesidad ni siquiera de mirar para ellos en cuando sabes su ubicación.

Victory Vision Tour

Mantiene perfectamente la velocidad y en cuanto tocamos cualquiera de los frenos se desconecta. Mientras circulamos con él, seguimos teniendo control sobre el puño del gas por lo que si en algun momento queremos aumentar la velocidad momentáneamente, solo tendremos que acelerar para luego volver a recuperar la velocidad.

Es un poco brusco cuando lo desconectamos. Si estamos con el puño del gas cerrado, la moto perderá velocidad muy rápidamente si antes no hemos tomado la precaución de colocar el acelerador a punta de gas. El bicilíndrico como tal tiene bastante retención y se nota en cuanto dejamos de acelerarlo.

Al igual que en carretera, la Victory Vision Tour se muestra de nuevo muy ágil para el tamaño, el peso y las inercias que debería tener a esas velocidades. Las suspensiones filtran tan bien que la moto más que rodar parece ir flotando sobre el asfalto, pero sin que en ningún momento perdamos confianza por falta de pisada.

Victory Vision Tour, el mimado pasajero y la casa a cuestas

Victory Vision Tour

Si delante se va cómodo no me quiero ni imaginar cómo se viajará en la parte de atrás. Me apetecía llevarme el butacón para casa, acoplarle unas ruedas y dejarla como silla delante del ordenador. Lo malo de estas pruebas fuera del territorio astur es que no puedo llevar conmigo al pasajero probador, pero en esta ocasión, cuando me tomé un descanso a orillas del Pisuerga cambie mi rutina.

Y es que en vez de sentarme en un bar para reponer fuerzas, aparque la Victory Vision Tour en la ribera, cogí una lata de refresco y me la tomé instalado en el asiento de atrás, relajado, escuchando música y aprovechando el sol del último día del mes de abril.

Pude observar que los pies se relajan en sendas plataformas, dos asas a los lados permiten agarrarse aunque más para cambiar la postura que para viajar porque con el respaldo del top case que prácticamente llega hasta hasta mitad de la espalda, es imposible caerse. Aquí si que me echaría yo unas buenas siestas mientras me mecen de un lado para otro. La moto es americana, pero el diseñador seguro que sabe que la siesta aquí es sagrada.

Victory Vision Tour

Y hablando de dormir, no hace falta que dejéis el pijama en casa para que la maleta ocupe menos. En las maletas de la Victory Vision Tour podéis guardar todo lo que queráis. Su capacidad total es de 110 litros repartidos en tres, dos laterales y el top case que comentábamos y en cada una de ellas se puede introducir hasta un máximo de veinte kilos. La maleta superior además cuenta con una toma de mechero de 12V por lo que podemos llevar recargando la maquinilla de afeitar, por ejemplo, e incluso luz de cortesía para cuando sea de noche. Todas las cerraduras se manejan con la misma llave que la del contacto de la moto.

Además, en la parte delantera, a la izquierda de los mandos de la radio y encima del depósito, disponemos de una guantera de bastante capacidad y con otra toma de mechero de 12V. Es ideal para el móvil, la cartera, la tarjeta para el peaje... Además, lleva cerradura centralizada de forma que cuando aparcamos la moto y bloqueamos la dirección, la guantera también queda bloqueada, impidiendo que los amigos de lo ajeno nos choricen algo.

Simétrica a esta guantera se encuentra el acceso al depósito de combustible mediante una tapa similar pero que se abre desde la cerradura del contacto, girando la llave hacia la izquierda en vez de hacia la derecha. El tapón no tiene bisagra ni cordel pero justo al lado dispone de un espacio diseñado exprofeso para encajarlo mientras realizamos el repostaje. La capacidad del depósito es de 22,7 litros.

Victory Vision Tour

El viernes, en la cuarta y última parte de la prueba, podréis verla en movimiento en el vídeo que hemos grabado para la prueba, además de algunos detalles y ver la valoración final que arroja en nuestro baremo.

Pero además, también hemos guardado una pequeña sorpresa. ¿Qué os parece una pequeña toma de contacto de otra Victory, pero de uno de los modelos de la serie firmada por Ness? Hablaremos de ella.

Agradecimientos a la Policía Local de Simancas y de Valladolid por las facilidades para realizar las sesiones de fotos.

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