Honda CB500X, prueba (conducción en ciudad, carretera y autopista)

Honda CB500X, prueba (conducción en ciudad, carretera y autopista)
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Es hora de que nos pongamos a los mandos de la Honda CB500X y pongamos rumbo por las carreteras de los alrededores de Manresa. Como el motor ya lo podemos considerar un viejo conocido, todo en él nos resulta familiar. Pero la nueva ergonomía que se ha conseguido en esta nueva versión hacen que la moto se sienta completamente diferente.

Si ya en la Honda CB500F el control con el manillar ancho era muy bueno, con esta todavía llega más allá. Quizás sea la moto más fácil de llevar que hemos probado y no sólo lo digo yo sino que los probadores que allí nos encontrábamos estábamos todos de acuerdo.

Honda CB500X, un lobo con piel de cordero

Honda CB500X

Viendo fríamente las cifras de la Honda CB500X, nadie podría imaginarse que su comportamiento sería tan diferente de lo que se esperaría. 47 CV y casi 200 kilos no son datos que sorprendan. Más bien te esperarías una moto que está bien para aprender pero para poco mas.

Pero si esto es lo que piensas, ya te aviso yo que estás completamente equivocado. Lo mejor es que la pruebes para que veas la verdadera realidad que esconde en su interior porque te va a sorprender.

Así en los primeros kilómetros llama la atención que parece que pese 15 o 20 kilos menos. Además, aunque sea un poco más alta, el motor tan compacto hace que sea muy estrecha con lo que los conductores más bajos llegarán al suelo con toda confianza.

El manillar tan ancho nos permite mover la Honda CB500X con una leve insinuación de los brazos, algo muy cómodo en ciudad. Además el motor responde con mucha suavidad desde apenas dos mil vueltas, lo que nos deja conducir con muchísima tranquilidad entre el tráfico urbano.

Pero lo divertido de esta moto es su dinámica en carretera donde como decía, es un verdadero lobo con piel de cordero. Los ritmos que conseguimos imprimir a la Honda CB500X fue de motos mucho más potentes y caras. Sin embargo, la nueva crossover llevada por manos con experiencia, pueden llegar a sacar los colores a más de uno.

Honda CB500X

Es cierto que hay que jugar con el cambio y llevarla siempre por encima de las 7.000 vueltas para tener suficiente empuje a la salida de las curvas. Y que si vas muy rápido las suspensiones son un poco blandas. O el freno delantero necesitaría algo más de mordiente. Pero repito, si vas MUY rápido, seguramente a un ritmo que no llegarán ni el 95% de sus usuarios.

Esto nos lleva a una conclusión muy clara: da igual si es tu primera moto o ya vienes de vuelta de todo y quieres una moto económica. En ninguno de los dos casos echaras en falta más moto después de un par de años. Su equilibrio está tan conseguido que no hay ningún punto en el que flaquee en exceso.

Además de los detalles que ya os comenté y que salen a relucir cuando apretamos el ritmo más allá de lo recomendable, podríamos comentar también que la distancia libre al suelo puede llegar a ser un poco justa con buen asfalto, algo que también ayuda el comportamiento de los Pirelli Scorpion que monta de serie.

Si en motos más potentes, estas ruedas no me transmiten demasiada confianza al límite, en la Honda CB500X y su potencia media se comportan perfectamente ya que es complicado llevarlos al límite. Muy tumbado y abriendo a muerte en segunda podemos notar leves deslizamientos en la parte de atrás mientras que delante permanecerá inamovible.

La postura en la moto nos permite hacer una conducción deportiva o bien, tipo trail. Es decir, dejando bajar la moto, sacando la pierna y manteniendo el cuerpo erguido. La Honda CB500X te permitirá llevarla como más cómodo te sientas.

Honda CB500X, no todo es correr

Honda CB500X

La Honda CB500X es una moto polivalente. Lo hemos comprobado en ciudad y carretera pero también se comporta de una forma digna en tiradas largas o autopista. Tanto la postura como el mullido del asiento, la posición de los estribos y la nueva pantalla permiten hace largas tiradas sin que el cansancio haga mella. Su autonomía también nos incita a parar menos de lo estrictamente necesario.

Hay suficiente par motor para que una vez seleccionada la sexta marcha nos podamos olvidar de realizar cambios, independientemente de si la autopista “pica” o no hacia arriba. Como conductor alto que soy, la nueva pantalla desviaba el aire justo a la zona del casco con lo que retrasando un poco mi postura apenas notaba el aire.

Únicamente puede que quedase un poco desprotegida la zona de los hombros pero no tanto como para que se nos muevan los brazos en exceso. La pantalla es regulable en dos posiciones, eso sí, mediante el uso de herramientas.

Y si alguno es de los que le gusta jugarse los puntos del carné sobrepasando los límites, puede que le sorprenda la velocidad punta que puede llegar a alcanzar esta moto. Digamos que te desaparecerían de un plumazo cuatro puntos y trescientos euros de la cartera.

Volviendo a los frenos, son más que suficientes en todos los casos. Solo noté una falta de mordiente en una bajada muy pronunciada a ritmo rápido pero rápidamente recuperaron su potencia inicial tras un leve momento de refrigeración. Y todo hay que decirlo, yo freno con un solo dedo por lo que aquellos que usan dos o tres dedos no lo notarían tanto.

No quiero extraer todavía las conclusiones antes de la última parte pero, sinceramente, si me vais a preguntar con cuál de las tres me quedaría, lo tengo muy claro. Pero de esto hablaremos mañana.

Continuará...

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