Buell Lightning XB12STT, la prueba (3/4)

Buell Lightning XB12STT, la prueba (3/4)
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Salimos del núcleo urbano enlazando las primeras curvas. Desde el principio, la Buell Lightning XB12STT se muestra tremendamente ágil, incluso más de lo que pensaba. Los primeros garrotes que trazo con ella son muy sencillos, y la moto gira en un palmo de terreno. Acelero con contundencia en segunda aprovechando el tremendo par del que dispone esta moto en la parte de abajo del cuentavueltas. Su escasa distancia entre ejes hace que la dirección se aligere, pero como cargas bastante peso delante, no llega a perder contacto con el suelo. Bueno, buscando las cosquillas, es fácil que en un cambio de rasante hagas ráfagas a algún avión.

La siguiente zona, es una sucesión de curvas enlazadas, de tercera velocidad. Cambiar la moto de un lado a otro es tremendamente sencillo y apenas se nota los más de doscientos kilos de peso. Sigue sorprendiéndome la tremenda agilidad que tiene, pero creo que a veces es tanta que llega a ser muy nerviosa. Por dos veces entro en la curva antes de la cuenta, y tengo que corregir la trayectoria, algo que resulta muy sencillo.

Buell Lightning XB12STT

Esta facilidad para cambiar la trazada pensé que me crearía problemas cuando abordase curvones amplios y rápidos por autovía, pero el tarado de origen de las suspensiones, muy acertado, mantiene la moto fielmente en la línea que tú le marques. Únicamente debes tener cuidado con las insinuaciones que puedas hacerle al manillar, ya que la más mínima fuerza sobre uno de los puños afecta en toda la moto.

Como en esta vida, no todo es correr y tomar curvas, y también hay que frenar, en algún momento debía echar el ancla. El inusual disco perimetral delantero cumple suficientemente para detener la moto. Es progresivo y con buen mordiente. Después de usarlo intensivamente en alguna bajada, empecé a notar que el recorrido de la maneta aumentaba, pero a no ser que vayas a por la pole o bien se te olvide que la caja de cambios también sirve para reducir, no llegarás a tener grandes problemas.

El freno trasero es testimonial. Quiero decir, lleva pedal y disco, pero no sirve para nada. Apenas se notaba que actuaba y para llegar a bloquear la rueda trasera, casi tengo que saltar sobre la palanca. Tampoco es que necesites usarlo, pero a veces como apoyo en curva puede llegar a ser útil. Me quedo con la duda si era un defecto de la unidad probada o bien algo genético en las Buell XB.

Buell Lightning XB12STT

Lo que si es genético es el motor de origen Harley. Mucho par abajo, y con una contundente pegada entre las 4.000 y las 7.000 vueltas. No es necesario llevarlo tan arriba, pero si lo haces no llega a notarse ningún bajón de potencia. Sin embargo, el poco margen de revoluciones, hace que tengas que jugar mucho con el cambio si quieres mantenerla alegre. Durante la prueba, intenté llevar la moto de las dos formas: manteniendo el motor por encima de las 4.000 vueltas o bien dejando correr un poco más la moto en las curvas con una marcha más alta, aunque llegase a bajar casi hasta las 2.000 vueltas.

El resultado es que apenas hay diferencia en el ritmo, pues aunque a la salida de las curvas la moto tenga màs pegada, te obliga a cambiar más pronto, y a veces es complicado si estás negociando una curva a izquierdas. Sin embargo, aprovechando el par del bicilíndrico, puedes abrir gas antes sin poner en apuros la rueda trasera y jugar con un margen de 5.000 revoluciones. Al llegar a la siguiente curva, no intentes hacer un golpe de gas al reducir. Un motor de tanta cilindrada, y con esta construcción, tiene unas inercias enormes, y tarda mucho en perder vueltas, por lo que acababas reduciendo demasiado alto y la moto tendía a empujar la rueda al soltar el embrague. Nada bueno si llegamos apurados a una curva.

Buell Lightning XB12STT

Los Pirelli Scorpion de origen, según los vi montados, me trasmitían la misma confianza que ir sentado sobre un nido de escorpiones (si, puede que haya forzado un poco el chiste). Sin embargo, llevando la moto lo suficientemente alegre, me sorprendieron tanto el tacto como su pisada. No creo que esta moto pueda llegar a poner en problemas las ruedas, y si la carretera está algo sucia o húmeda, como me ocurrió en alguna zona, agarran más que una rueda deportiva.

Pues si, no llega a divertirme tanto como la KTM SuperDuke, pero si me ha hecho sonreir debajo del casco.

Continuará...

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